Plantean rutas a caballo y burro por Castrojeriz

I.P. / Burgos
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José María Miguel Pérez y Ana Isabel Peiró promueven este proyecto de ocio que también prevé un observatorio de la naturaleza con plantaciones de especies autóctonas. Se ubicará en una parcela de 6.212 metros cuadrados

José María y Ana Isabel junto a algunas de las especies ya plantadas, con la vista del castillo de la villa castreña al fondo. - Foto: Luis López Araico

Enclavada en el corazón del Camino de Santiago y uno de los pueblos más bonitos de España, Castrojeriz es una de las localidades con más atractivo turístico de la provincia y por la que pasan y pernoctan miles de peregrinos al año. A su riqueza patrimonial se suma un buen número de albergues y alojamientos rurales, sin embargo, la villa carece de instalaciones de ocio y propuestas para que las familias disfruten durante su estancia. 

Al menos así lo ve un par de emprendedores que se han liado la manta a la cabeza y quieren desarrollar un proyecto turístico. El castreño José María Miguel Pérez, y su pareja, Ana Isabel Peiró, valenciana de nacimiento, pero residiendo desde hace varios años en la villa, planean poner en marcha un centro ecuestre y de observación de la naturaleza para cumplir esos objetivos. Con el proyecto sobre la mesa, en estos momentos, el Ayuntamiento tramita la declaración de uso excepcional de suelo rústico de la parcela y la licencia urbanística y comunicación ambiental de esa instalación.

El centro de ocio ecuestre y observatorio de la naturaleza se levantará en una parcela de 6.212 metros cuadrados, a unos dos kilómetros del casco urbano de Castrojeriz, en un camino al que se accede desde la carretera de Hontanas. 

La instalación constará de una caseta o refugio para guardar el material y aperos propios de las dos actividades previstas, para lo que se acondicionará un inmueble que se comenzó a construir hace ya unos cuatro años y que también se pretende adecuar como mirador. Una característica llamativa es que parte de esa caseta está semienterrada aprovechando la pendiente existente en el terreno, excepto la fachada frontal. La cubierta, por otra parte, se realizará con tierra de la zona y vegetación de porte bajo sobre una placa impermeable en cubrición del recinto. Se contemplan en el proyecto otras dependencias como aseo, vestuario, trastero y zona de preparación de alimentos para la sala mirador.  

Para el desarrollo del proyecto ecuestre, que se dotará con varios caballos y burros para la organización de monta y excursiones, se hará un cercado abierto donde los equinos estarán en libertad durante el día, mientras que por la noche se prevé conducirlos si fuera necesaria a una tenada ubicada en una parcela colindante que los promotores alquilaría a su propietario. Además, José María Miguel explica que está recuperando las sendas antiguas de los burros para hacer por ellas las rutas con los equinos y el senderismo.

En principio, añade Ana Isabel Peiró, se prevé adquirir cuatro animales adultos, pero la intención es seguir ampliando ese número en función también de la acogida que el proyecto tenga entre los visitantes y turistas. Procedente de una familia ganadera, Peiró está capacitada para el manejo de los animales y la prestación del servicio que se pretende. 

Por lo que respecta al observatorio de la naturaleza, en los últimos dos años se han ido plantando ya en el terreno distintas especies vegetales de arbustos y arbolado, procurando que sean autóctonas. Esas plantaciones, recuerda José María, se están haciendo en la ladera que su abuelo, tenía con guindales. La pareja pretende guardar la esencia de ese lugar, en el que han ido plantando manzanos, perales, cerezos, almendros, guindales y jerbos. Miguel Pérez pretende completar esas especies con un pequeño viñedo. La finca  está vallando con arbustos como la retama y romero. 

El diseño prevé trazar caminos para que los visitantes puedan pasear y observar todas esas especies vegetales y arbóreas a pie del terreno. Pero también lo podrán hacer desde el edificio en el que se acondicionará el mirador, que se orienta  a la zona este. Igualmente, en el exterior se habilitará una zona como observatorio con una barandilla longitudinal de protección. Por otra parte, se instalarán fichas técnicas descriptivas tanto de la vegetación existente como de los animales, porque como bien explica Ana Isabel, se trata de un proyecto de ocio, pero también didáctico, sobre todo pensando en los niños.

En este sentido, la emprendedora añade que de cara a un futuro se plantean introducir otro tipo de animales como gallinas o conejos, todo ello para que la población infantil conozca sus características, para qué se utilizan y lo que producen y proporcionan al hombre.