La directora médica de la Gerencia de Atención Primaria de Burgos, Pilar San Martín, ha reconocido este viernes este verano está siendo "muy duro" para la sanidad pública y que la carencia de médicos para sustituciones está obligando a quienes no están de vacaciones o baja laboral a repartirse pacientes de sus compañeros o doblar consultas.
Una de las soluciones que se intentan implantar y que ya se está probando en la capital de Burgos para las guardias médicas es mejorar el aprovechamiento del personal de enfermería para que pueda asumir algunas funciones más.
"No se trata de que reemplacen a los médicos, sino de aprovechar al máximo sus posibilidades, incluso para hacer el cribaje de los pacientes en función de la urgencia de sus necesidades", ha explicado San Martín.
En su opinión, la situación en buena parte de los 37 centros de salud de la provincia es especialmente complicada en verano, donde en muchos puntos se multiplica la población y no hay posibilidad de refuerzo.
Cuando se produjo el cambio en la Gerencia en febrero en Roa, por ejemplo, había solo 5 médicos de equipo, aunque ahora hay nueve, cuando la plantilla ideal prevista es de diez.
También era especialmente complicada la situación en Las Merindades, especialmente en el centro de especialidades de Villarcayo, donde no había suficientes profesionales para cubrir las guardias.
Aunque se ha reforzado la plantilla con dos médicos de equipo y dos de área la situación en este momento sigue "sin ser la ideal", explica la directora médica.