LA BAZA DE SER EL ANFITRIÓN
El UBU San Pablo solo ha perdido uno de los 15 duelos ligueros en El Plantío y fue ante el Guadalajara
El UBU San Pablo no acabó la fase regular con las mejores sensaciones y se ha visto abocado a jugar la Final Four camino de la Liga Asobal, pero sí se ganó el derecho de que Burgos fuera la sede de la final a cuatro y esa condición de anfitrión se presume como una ventaja importante teniendo en cuenta su balance liguero como local esta temporada: 13 victorias, 2 empates y 1 sola derrota.
El Plantío ha sido un bastión a lo largo de la temporada para el conjunto burgalés, que tendrá la oportunidad de pelear por el billete de ascenso en su campo. El Cisne, su rival en semifinales, cayó (31-26) en su última visita a Burgos, donde también claudicó el Tubos Aranda (25-24) y empató (27-27) el Caserío Ciudad Real, contendientes en la Final Four.
Esa fiabilidad como local ha sido una de las señas de identidad del cuadro de Roi Sánchez a lo largo del curso. Proyectos potentes como el Barça Atlètic, el Trops Málaga o el mencionado Tubos Aranda han sucumbido a las orillas del Arlanzón. Solo el Guadalajara, equipo que ha ascendido de forma directa a la Liga Asobal, ha conseguido triunfar (26-27) en El Plantío. Lo hizo hace algo menos de un mes y supuso la despedida de los burgaleses de la opción de ascender como primer clasificado. Además, los manchegos también fueron capaces de ganar en el mismo escenario en la Copa del Rey.
Esa fortaleza en El Plantío se suma a la debilidad que ha mostrado el Cisne lejos de Pontevedra. De los 10 partidos que perdió durante la liga regular, siete de ellos se le escaparon fuera de casa, donde también cedió un empate.
Esas tendencias tan marcadas invitan a la esperanza al UBU San Pablo de cara a la Final Four que se disputa este fin de semana en El Plantío, aunque las dinámicas de ambos equipos en las últimas fechas no le son favorables. Cabe recordar que el UBU San Pablo ha perdido cuatro de los últimos seis encuentros disputados, mientras que el Cisne no ha caído en ninguno de los seis y solo ha cedido un empate en Antequera. Queda claro que no es el mejor momento de los burgaleses, así que el 'factor cancha' será fundamental.
EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LOS PLAY OFF
Javi Márquez, técnico del Tubos Aranda, disputará su cuarta promoción a Liga Asobal desde 2016
El Tubos Aranda de Javi Márquez vive una semana tan mágica como impensable hace apenas medio año. La semifinal de play off está cada vez más cerca y el olor a ilusión ya inunda los olfatos del Santiago Manguán. Será una cita inmensa a la par que conocida para algunos integrantes del equipo amarillo, como es el caso del técnico Javi Márquez.
Sin varita ni receta mágica rescató a un vestuario sumido en la sequía de puntos y con la mirada casi puesta en Primera Nacional. En apenas unos días sumó la primera victoria del curso ante Oviedo Unión Financiera y en cuestión de dos meses la aspiración del descenso quedó fumigada. El manchego volvió de vacaciones navideñas con dos refuerzos invernales bajo el brazo y los resultados llegaron hasta el punto de ser el mejor equipo de 2024. Tan sólo tres derrotas (UBU San Pablo, Antequera y Guadalajara) y un empate (Ibiza) han alejado a los amarillos del pleno absoluto de triunfos. Escenario que los convirtió en equipo de play off a falta de una jornada en Alcobendas.
Y es que esta Final Four a la Asobal no será la única cita con aspiraciones a dicha categoría que ha vivido el propio Javi Márquez. Su pizarra conoce bien la dureza de esta competición de su etapa en Alarcos Ciudad Real. Su presencia en El Plantío será su cuarta vez en una promoción.
Luego de conseguir el ascenso a Plata, el manchego llevó a Alarcos a tres play off de manera casi consecutiva. En 2016 cayó en semifinales a manos del anfitrión Bidasoa Irún (19-15), dos años más tarde hizo lo propio en la misma ronda frente a Nava (27-24) y en la 2018/2019 no pudo con Torrelavega por la mínima (28-29). En 2020 no existió Final Four debido a la pandemia, en 2021 tomó el mando del Bolaños en Primera Nacional, y la pasada campaña se encontraba en Asobal dirigiendo al Club Cisne, futuro rival de UBU San Pablo y posible contrincante en una hipotética final.
De esta manera, el manzanareño tendrá su oportunidad particular de saldar varias cuentas. La de regresar a Liga Asobal tras el cruel descenso en Pontevedra, y la de romper la barrera de la semifinal en El Plantío, una cancha todavía maldita para el Tubos Aranda.