El estado de algunos edificios de la capital burebana preocupa a los miembros del equipo de gobierno y a los vecinos, que se lamentan de que, sobre todo en el centro, el número de viviendas deshabitadas como consecuencia del deterioro y el de solares vacíos se incremente. En los últimos siete años se han abierto 19 expedientes de ruina en el ámbito administrativo pero en ningún caso los propietarios de los inmuebles han optado por rehabilitarlos. En el mejor de ellos han tomado la decisión de derribarlos -los hay que mantienen la fachada- pero otros tantos continúan en la misma situación.
El edificio ubicado en la calle Mayor número 30 ha sido el último en formar parte de este listado y desde el Ayuntamiento ya han notificado a la dueña que puede consultar el expediente, y si lo considerara necesario, alegar y adjuntar la documentación que crea conveniente, proponiendo asimismo la prueba que considere oportuna. Este año también se ha declarado ruina un inmueble en la calle Marqués de Torresoto, concretamente el que corresponde con el número 10, junto a la Casa de Cultura.
En 2022 se abrieron el mayor número de expedientes de los últimos tiempos, cuatro en total, por el mal estado de edificios situados en la calle Pedro Ruiz, Justo Cantón Salazar, Reyes Católicos y de la Cerámica. De ellos, dos fueron demolidos. En las anualidades anteriores, a excepción de 2021 que ni particulares ni desde el Consistorio solicitaron el estado de ninguna ruina, de media se iniciaron tres expedientes. La vía Pedro Ruiz es en la que más viviendas de estas características conserva, pero también las hay en zonas más alejadas, como en la calle Los Baños número 17 (que sí fue derribada) o en la avenida Ventorro.
Los elevados costes de los materiales de obra, han frenado, más si cabe, a los propietarios a invertir en la recuperación de estas edificaciones. «Lo sencillo es dejar pasar el tiempo o tirarlas en caso de obligación, pero el problema es que acumulamos muchos solares vacíos en las calles más céntricas de la localidad y ello genera una sensación de abandono», comentan fuentes municipales.
Ante la situación que presentan varias construcciones, desde el Consistorio recuerdan que han lanzado un programa de ayudas para ornamentar fachadas y mejorar el aspecto de los inmuebles situados en el casco histórico. Con ellas se busca mejorar la estética de los más antiguos que existen en la ciudad y apoyar económicamente a los propietarios para que no tengan impedimentos a la hora de realizar las labores de remodelación. Están destinadas a intervenciones realizadas sobre edificios del conjunto histórico que tengan como finalidad la adecuación de seguridad, para así garantizar la estabilidad y consolidación estructural. La partida presupuestaria para tal fin asciende a 30.000 euros y desde el equipo de gobierno esperan repartir todo el montante ya que en anteriores convocatorias siempre ha sobrado dinero.