La Real Sociedad seguirá otra jornada en puestos de Liga de Campeones tras superar un partido complicado tanto por el rival, un Rayo que se adelantó en el marcador con el tanto de Isi Palazón, como por la dura semana posterior al derbi que los donostiarras ya dejan atrás, con los goles de Alexander Sorloth y Carlos Fernández.
Empezó fuerte una Real que quería resolver por la vía más rápida posible para no conceder ilusiones al Rayo, apretó sobre el área de Dimitriewski y marcó un gol de gran calidad celebrado por Mikel Oyarzabal antes de que Muñiz Ruiz acudiera a revisarlo al VAR.
Vio una falta de David Silva en el robo con el que el cuadro donostiarra generó la jugada del gol y lo anuló, de forma que al cuarto de hora, con los jugadores rayistas respirando, comenzaba un nuevo partido.
El dominio txuri urdin fue intenso pero nuevamente con escasa profundidad y tiros sobre la portería de Dimitriewski, que se asustó sin llegar a intervenir en una combinación de peligro entre Sorloth y Oyarzabal en la que al capitán blanquiazul le faltó un poco para darle al balón y haber hecho daño a su rival.
La temporada se le está haciendo larga a una Real que le volvió a costar reconectar con el encuentro en el segundo tiempo, el Rayo parecía tener más mordiente y asustó a la grada en un remate de Trejo tras una buena acción técnica de Comesaña que, con algunos apuros, despejó a saque de esquina un exigido Álex Remiro.
El Rayo vio a la Real tocada y le metió presión y nervios con varias líneas defensivas que los de Imanol Alguacil no acertaban a superar, en uno de esos intentos se resbaló Pacheco y Palazón le quitó el balón, salió como un misil hacia la meta de Remiro y le batió por alto para elevar el 0-1 al marcador.
La bofetada hizo reaccionar inmediatamente a los donostiarras que en el siguiente ataque empataban el encuentro con una combinación Silva- Aihen Muñoz que el zaguero navarro convirtió en un centro medido a la cabeza de Sorloth para que el noruego se reencontrara con el gol y restableciera la igualdad.
Faltaban diez minutos cuando llegó el gol del triunfo obra de Carlos Fernández, en una jugada excelente del japonés Take Kubo, como soberbio fue el centro de Aihen Muñoz y el cabezazo del exsevillista adelantándose a un desafortunado Dimitrievski para resolver el partido.