El pasado 8 de febrero entró en vigor, una vez se publicó el día anterior en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2024. El acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos UGT y CCOO -la patronal CEOE se desligó del mismo- establece una cuantía de 1.134 euros al mes en 14 pagas (doce más dos extraordinarias).
En la provincia de Burgos son alrededor de 15.000 los empleados que tienen fijado por convenio el cobro de esta cantidad, que en los últimos años ha ido creciendo de forma paulatina. Sin embargo, y a pesar de que hace ya más de un mes de la publicación del Real Decreto que actualiza las nóminas mínimas, el grueso de esos trabajadores todavía no han visto cómo sus bolsillos se beneficiaban del último incremento acordado (con efectos retroactivos desde el pasado 1 de enero).
¿La razón? Aunque en algunos casos la actualización es instantánea para las diferentes categorías que perciben ingresos iguales al SMI, en otros casos ambas partes deben sentarse a la mesa y adoptar ese aumento modificando las correspondientes tablas salariales. «Hemos trasladado esa necesidad a las distintas mesas de negociación. En muchas estamos esperando al actualización y en otras se hará de forma automática aunque dependemos de la otra parte (los empresarios)», explica Pablo Dionisio Fraile, secretario provincial de UGT. Aunque este proceso tampoco debería prolongarse mucho en el tiempo, reconoce que se trata de un paso «vital» para que esos 15.000 burgaleses con ingresos más precarios puedan ganar cierto poder adquisitivo. «Los precios, aunque contenidos, no dejan de estar excesivamente altos. Llenar la bolsa de la compra sigue siendo muy complicado, especialmente para todos los que refieren su salario en base al SMI», denuncia Juan Núñez, secretario provincial del sindicato CCOO.
Uno de cada diez afiliados a la Seguridad Social en Burgos se encuentra dentro de este grupo. De los aproximadamente 152.000 cotizantes que hay en la provincia, alrededor de 15.000 perciben de forma mensual el mínimo marcado por el Gobierno. Es más, de los 25 convenios sectoriales que hay registrados en la provincia de Burgos en 11 -casi la mitad- hay al manos una categoría profesional que en estos momentos ofrece nóminas por debajo del mínimo por ley. En este punto es donde sindicatos y empresarios deben sentarse y pactar las correspondientes actualizaciones.
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