Unas 200 personas se han concentrado este mediodía en el exterior del Ayuntamiento de Aranda de Duero para guardar un minuto de silencio tras el crimen de Valentín López Sanz, de 72 años, a manos presuntamente de su yerno, que fue detenido ayer por la tarde por la Policía Nacional tras una persecución, primero en coche y después apie, que terminó con tres agentes heridos leves.
Bajo una pancarta con un lazo negro, prendida en el balcón principal del Consistorio, arandinos de a pie y representantes municipales han homenajeado a la víctima. El acto ha estado presidido por el alcalde de la capital ribereña, Antonio Linaje, acompañado por varios concejales.