Durante una temporada los equipos viven rachas y el Burgos CF disfruta ahora mismo de la mejor de la temporada. Ha encadenado tres victorias seguidas que lo han metido en puestos de play off y ahora busca la cuarta que lo reafirme en esas posiciones. Enfrente estará el Levante, un rival que comenzó la temporada en el pelotón de los favoritos y ahora necesita coger su propia racha para tener alguna opción.
El triunfo en Eibar ha disparado el entusiasmo, la ilusión, tanto en la afición como en la plantilla. «Están entrenando con una sonrisa, disfrutando del momento», aseguró Jon Pérez Bolo sobre sus jugadores. Y esa inercia positiva hay que aprovecharla, apoyados en El Plantío, un arma fundamental para este equipo que se mantiene imbatido en su casa y con su gente.
Las armas del Burgos para esta cita, además del ambiente, son ya conocidas. Lo que funciona no se toca. Tras el partido ante el Real Oviedo, Bolo apostó por un 4-2-3-1 y con dos medios centros fundamentales, Appin y Atienza, cuyo trabajo resulta clave. Además, Arroyo ha dado consistencia y fortaleza al lateral derecho y se ha asentado en la defensa junto a Córdoba, Elgezabal y Matos. Esas seis plazas, junto a Caro, parecen inamovibles. Lo mismo que Curro en la media punta. En Eibar Bolo hizo cambios metiendo a Bermejo y Espiau junto a Sancris pero parece lógico que hoy sean Dani Ojeda y Fer Niño los que ocupen esas posiciones, es decir, el mismo once titular que superó al Cartagena en el último partido en El Plantío. Vuelve a la convocatoria Joni Montiel, tras cumplir su partido de sanción por la expulsión ante el Cartagena.
(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos o aquí)