Suben un 50% las multas por orinar o hacer pintadas en Aranda

L.N. / Aranda
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Un buen número de pintadas, muchas realizadas por menores, terminan con multas que van de 750 a 3.000 euros. En el Ayuntamiento estudian alternativas para lograr un entendimiento con los implicados

La plaga de grafitis se extiende por todos los barrios de Aranda de Duero, como en la céntrica zona de San Juan. - Foto: L.N.

En lo que va de año, el Ayuntamiento de Aranda de Duero ya ha tramitado 21 expedientes sancionadores relacionados con actos incívicos, especialmente por realizar grafitis, una plaga que se extiende por todos los barrios sin excepción, y también contra ciudadanos que deciden orinar en plena calle o que no recogen los excrementos de sus animales. Se trata de un 50% más que en el mismo periodo del año pasado. Y es que en las últimas semanas la labor de la Policía Local ha permitido identificar a dos de los autores que más firmas acumulan por toda la capital ribereña. Los procedimientos «se están tramitando» y «van para delante», confirman fuentes policiales, mientras detallan que las sanciones por las pintadas se establecen a partir de 750 euros y pueden superar los 3.000, como en el caso del grafitero que emplea el pseudónimo Vato.     

Entre los lugares vandalizados últimamente figuran el parque del Barriles, el puente rojo que cruza el río Duero o las céntricas calles Comadres y Prado Marina, justo al lado de la Plaza Mayor arandina. Al considerarse infracciones graves, en la mayoría de casos sus autores se enfrentan a multas de 1.126 euros. No obstante, si el infractor reconoce la responsabilidad o indica que desea proceder al pago voluntario de la sanción, se le termina aplicando una reducción del 50%.

Desde la Policía Local remarcan que su labor es cumplir con la ordenanza para la limpieza viaria y ornato público, donde se prohíbe expresamente realizar «inscripciones o pintadas en paredes, muros, columnas, kioscos, cabinas, fachadas, farolas, verjas, papeleras, contenedores o mobiliario urbano» y de manera especial hacer «inscripciones en edificios y monumentos histórico-artísticos o de interés local». Pues bien, la inmensa mayoría de los identificados por este motivo son menores de edad. En 2023, de los 15 grafiteros a los que se sorprendió in fraganti, 11 no habían cumplido aún los 18 años. 

Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Manuel Martín, subraya que las patrullas llevan a cabo su labor como siempre y enmarca las últimas identificaciones, a cuyos autores atribuyen casi un centenar de pintadas, «al trabajo continuo, no porque haya habido ninguna campaña de intensificación. El trabajo se estaba realizando bien, sólo que es difícil pillarles in fraganti». 

Ahora, desde el Ayuntamiento arandino se encuentran estudiando distintas alternativas para abordar este problema, no sólo de cesión de espacios para los grafiteros, sino también talleres y actividades de concienciación. «Al final, es una cuestión de respeto a la ciudad y todo pasa por llegar a un entendimiento de todas las partes», añade Martín al respecto. De hecho, en una de sus últimas resoluciones, el Procurador del Común recomendó a los municipios de más de 20.000 habitantes afectados por la ingente proliferación de pintadas  que faciliten los medios para que los jóvenes «canalicen sus inquietudes artísticas», con campañas, fomento del muralismo o del grafiti autorizado, o de «contribución a la rehabilitación de espacios especialmente degradados». Todo ello sin olvidar la importancia de extremar las medidas de limpieza e intervenir «a la mayor brevedad posible para evitar el efecto llamada y contribuir a un menor deterioro de la imagen urbana». En el caso de Aranda, el Consistorio destina unos 90.000 euros anuales a combatir la plaga de pintadas. 

Sin baños públicos. Además de los expedientes sancionadores por realizar grafitis, los agentes ya han tramitado una decena de actas  contra ciudadanos que satisfacen sus necesidades fisiológicas en la calle. Este tipo de actos suceden con frecuencia. Por ejemplo, en la plaza Corazón de María, en la calle San Gregorio, en las traseras de la iglesia de Santa María, también en Santa Ana o Agustina de Aragón y suelen llevar acarreada una multa de 200 euros. Ahora bien, Aranda sigue sin ningún baño público. El equipo de gobierno ha incluido una partida para su instalación en el Presupuesto, pero todavía no se ha aprobado. El listado de sanciones se completa con tres expedientes por no limpiar los excrementos de los perros y con otros dos por vertidos de escombros.