El Ejército se rearma desde Burgos

FERNÁN LABAJO / Burgos
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El Regimiento de Ingenieros número 1 apura la puesta a punto de los innovadores Castor, unos vehículos de combate para zapadores. La base de Castrillo del Val cuenta con el mayor número de toda España

el Ejército Español trabaja en la mejora de sus medios técnicos. - Foto: Luis López Araico

Aunque parezca que la palabra 'rearme' esté de actualidad, lo cierto es que hace un lustro que el Ejército Español trabaja en la mejora de sus medios técnicos. Y el mejor ejemplo se puede ver a escasos 10 kilómetros de la capital burgalesa. A la base de Castrillo del Val llegaron hace poco más de un año los primeros Castor, unos vehículos de combate para zapadores que están a la vanguardia en seguridad y tecnología. El Regimiento de Ingenieros 1 cuenta con una docena de unidades, el que más posee en España. Sus efectivos aceleran el adiestramiento en el campo de maniobras de Matagrande para que su utilización sea óptima a corto plazo. Esta nueva maquinaria se une a otra puntera como es el Husky, que sirve para la detección de explosivos, o los llamados RG31, y convierte a esta agrupación militar en punta de lanza de las Fuerzas Armadas.

Que el Ejército de Tierra deposite su confianza en los ingenieros de la base militar burgalesa Cid Campeador no es algo casual. El currículum de este regimiento les avala como uno de los más punteros de España, tanto por maquinaria como por el trabajo elaborado en las distintas misiones en las que ha participado. Pero, ¿qué es el Castor? Pues uno de los últimos medios obtenidos por las Fuerzas Armadas. Unos vehículos blindados de combate de zapadores que sirven principalmente de apoyo a las unidades acorazadas. A efectos prácticos, es una especie de avanzadilla que permite tanto abrir caminos, derribar obstáculos y hasta brindar protección contra minas y explosivos de ese estilo.

El sargento Valcarce explica que a día de hoy el Regimiento de Ingenieros 1 está en pleno adiestramiento, con una instrucción dinámica diaria desde hace un año. «La idea es preparar una unidad operativa y eso lleva su tiempo. Sobre todo porque este vehículo lleva mucha más tecnología. Tenemos que estar muy preparados antes de poder utilizarlo en misiones internacionales», señala.

Los ocupantes del Castor no necesitan salir al exterior para maniobrar, ni siquiera para disparar.Los ocupantes del Castor no necesitan salir al exterior para maniobrar, ni siquiera para disparar. - Foto: Luis López Araico

Matagrande es un lugar propicio para ese entrenamiento. Para conocer el potencial del Castor basta con verle superar con facilidad un obstáculo o una zanja. Previamente, una excavadora blindada facilita con su pala el camino. Una intervención habitual en las misiones de este regimiento. Lo que le diferencia con respecto a vehículos anteriores es que sus ocupantes -un conductor, un jefe, un tirador y otros cinco efectivos-, no tienen que bajar para nada. Ni siquiera para disparar. Están completamente protegidos en el blindado.

(El reportaje completo y las fotografías, en la edición impresa o aquí)