Diez intensos días con una importante recompensa

ROBERTO MENA / Burgos
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En este periodo de tiempo, el Burgos CF ha sumado nueve puntos en tres encuentros tras recorrer casi 2.400 kilómetros

Imagen del partido que el Burgos jugó ante el Albacete (y ganó) en El Plantío. - Foto: Valdivielso

La parroquia blanquinegra y el propio vestuario del Burgos CF respiran aliviados después de la racha de resultados que ha encadenado el equipo. Ya no da miedo mirar la tabla clasificatoria y parece que la situación se ha reconducido. El equipo ha hecho los deberes, aunque le ha faltado brillantez. Paradójicamente, ha habido partidos en los que el equipo ha aglutinado más méritos que en los tres últimos y los ha acabado perdiendo. Fútbol.

Lo cierto es que ha sido una fase de la temporada exigente y es que en solo diez días el Burgos no solo ha afrontado tres importantes encuentros contra rivales directos, sino que ha hecho casi 2.400 kilómetros porque dos de esos duelos ligueros han sido fuera de casa y en ciudades muy alejadas de Burgos.

El propio Ramis señaló el pasado sábado tras el partido de Cartagena que veía a los suyos cansados después de tres esfuerzos tan seguidos. También indicó el técnico que los días que había habido entre partido y partido los había utilizado más para recuperar que para entrenar conceptos.

Lo importante es que el Burgos se supo adaptar a las circunstancias para salir reforzado de un tramo de la temporada crucial en la que podía ocurrir lo que ha sucedido o, por contra, la escuadra local podía haber quedado muy tocada hasta el final de la campaña.

No obstante, los protagonistas advierten de que no pueden bajar la guardia, que deben seguir de la misma forma, porque en el momento que se descuiden pueden regresar los problemas. El Burgos tiene ya una ventaja de siete puntos con el descenso. Se trata de una distancia tranquilizadora, aunque no sea definitiva a falta de once jornadas.

Confianza. Todo lo anterior debe tener efectos positivos sobre la plantilla burgalesista. Ha habido momentos en esta campaña que el equipo estaba atenazado ante la complicada situación que tenía. En unas circunstancias menos estresantes y con el margen de maniobra que ha conseguido, el combinado castellano debe regresar a su mejor versión, a mostrar que además de ganar también puede brillar en ciertas facetas del juego.

Hubo momentos en los que Ramis pedía atrevimiento a los suyos y es que el miedo a fallar hizo mella en la plantilla cuando peor pintaban las cosas y no se encontraba el camino. Los puntos deben convertirse en el mejor analgésico de un Burgos al que aún le quedan once jornadas por disputar y que ha sacado la cabeza de los puestos más peligrosos de la tabla clasificatoria. Pese a todo, el vestuario tiene clara la senda que deben mantener: seguir trabajando para que no regresen viejos fantasmas.

ARCHIVADO EN: Burgos CF, Cartagena