El arte de la luz

I.L.H. / Burgos
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Burgos no solo es la cuna del desarrollo de la vidriera española sino que conserva las piezas más antiguas • Así lo recoge el libro de referencia de Víctor Nieto, que Nerea vuelve a reeditar • Hoy se presenta en el Thyssen

La restauración de las vidrieras del templo gótico (imagen) y de La Cartuja ha sido buena. - Foto: diariodeburgos.es

En la Edad Media la ciudad fue uno de los centros vidrieros más importantes de la península. Burgos hizo del arte de la luz una seña de identidad, convirtiendo a las vidrieras en un elemento decorativo y artístico cuyo valor estaba por encima de la pintura mural o el relicario. De los años dorados conserva los restos más antiguos que se conocen, que están en el Real Monasterio de Santa María de Las Huelgas. Y capítulo aparte merecen tanto las vidrieras de la Catedral como las de la Cartuja de Miraflores.

De todo ello da cuenta el libro La vidriera española. Ocho siglos de luz, del catedrático de Historia del Arte Víctor Nieto Alcaide. Publicado por primera vez en 1999, la Editorial Nerea ha decidido reeditarlo porque, además de encontrarse agotado, el estudio del miembro de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando continúa siendo el libro de referencia en la materia. Los años transcurridos, por otro lado, han permitido actualizar algunos datos como los que afectan al rosetón de la fachada del Sarmental de la Catedral de Burgos. «Después de la restauración, lo que parecía de principios del XIV resultó ser anterior. La limpieza ha sacado a la luz fragmentos muy buenos del siglo XIII. Esto indica que en Burgos hubo un desarrollo de la vidriera en sintonía con la francesa de ese momento, y a la par con lo que se estaba haciendo en escultura», argumenta el autor.

Pese a la importancia de la vidriera en Burgos y en la historia del arte español, las obras hechas sobre cristal son las grandes olvidadas. Su situación en lugares muy altos y difíciles de fotografiar, la falta de exposiciones que lo difundan y la ausencia hasta este libro de un estudio pormenorizado las han relegado donde no les corresponde. Sobre todo en Burgos, origen del desarrollo de este arte en España.

Tampoco la restauración ha ayudado, ya que en ocasiones ha sufrido el intrusismo y la falta de asesoramiento de químicos e historiadores. Aunque en la ciudad a ese respecto podemos darnos por satisfechos porque las restauraciones de la Catedral y la Cartuja han cumplido con las expectativas, tal y como subraya el catedrático de la UNED.

La reedición del libro de Víctor Nieto,  en su día galardonado con el Premio Nacional de Historia y el Premio al Libro Mejor Editado, se presenta esta tarde en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.