Doble investigación en tiempos de pandemia

Agencias-SPC
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Lorenzo Silva celebra tres décadas de vida de la serie de Bevilacqua y Chamorro con 'Las fuerzas contrarias', una novela en la que los agentes deberán esclarecer dos muertes en plena pandemia

El escritor firma con esta historia su catorceava entrega sobre sus más queridos personajes. - Foto: Europa Press

Desde su irrupción en la literatura, la serie de Bevilacqua y Chamorro ha trascendido el género policiaco para convertirse en una crónica del tiempo que vivimos. Durante tres décadas, Lorenzo Silva ha tejido un universo donde el crimen es solo el punto de partida para explorar las contradicciones de la justicia, la moral y la condición humana. Con una mezcla de realismo, profundidad psicológica y un inconfundible humor irónico, la saga ha cautivado a lectores y críticos, lo que la consolida como un referente imprescindible de la novela negra española.

Y ahora el autor lo vuelve a hacer con una nueva entrega, la número 14, que sitúa durante la crisis sanitaria de 2020. Cinco años después de la irrupción del covid, el escritor introduce en Las fuerzas contrarias (Editorial Destino) la pandemia, que, según afirma, dejó al descubierto «una serie de fracturas que ya existían» en la sociedad. «Siempre que pasa una calamidad se busca a un tonto para culpar y el resto exonerarnos, pero todos fracasamos ante una amenaza identificada y pagamos el peaje de ciento y pico mil vidas», afirma desde Illescas (Toledo), uno de los escenarios de su última novela.

La idea de ubicar la historia durante aquel tiempo le surgió a raíz de que un amigo guardia civil le dijera que durante el confinamiento estaban encontrando cadáveres en casas y residencias y que, a menudo, los médicos forenses certificaban el deceso a distancia.

Y ese será el desafío al que tendrán que enfrentarse el subteniente Bevilacqua y la brigada Chamorro, en uno de los mayores retos de su carrera: el esclarecimiento simultáneo de dos muertes en uno de los momentos más crítico de las últimas décadas. Por un lado, investigarán la sospechosa desaparición de una mujer en Badajoz, presuntamente asesinada por un vecino. Por otro, tratarán de averiguar qué le ocurrió a una anciana hallada sin vida en Toledo.

Dos casos en tiempos oscuros que dejarán huella en los protagonistas, en su historia más íntima. Una doble investigación que explora, a través del género negro y de la complicidad entre un hombre y una mujer que llevan media vida batallando juntos, esa conmoción colectiva tras la que nada volverá a ser igual, ni siquiera para ellos.

Un aprendizaje de 30 años

Con Las fuerzas contrarias, Silva celebra tres décadas desde la llegada de Bevilacqua y Chamorro al corazón de los lectores. El escritor escribió la primera entrega de esta saga en 1995 -aunque no se publicó hasta tres años después, en el 98- y desde entonces ha mantenido a sus personajes fieles al ideal quijotesco que los alumbró, «valedores de quienes nada más tienen». 

Lejos de sentirse «prisionero» de ellos, asegura que le han dado libertad para «transitar otros caminos» y agradece todo lo que Bevilacqua le ha enseñado.

Con todo, el autor considera que su «mayor acierto» fue la creación de Chamorro en un momento en el que había pocas mujeres en la Guardia Civil, porque gracias a ella ha podido narrar el cambio de la sociedad española. «La mujer ha pasado de ocupar un lugar doméstico o subalterno» a representar posiciones de autoridad, puntualiza.

Para él, los 30 años que se han cumplido desde la concepción de su pareja de investigadores han sido un tiempo en compañía de «dos de los mejores amigos» que le ha traído la vida, «imaginarios», pero «muy favorables» para su existencia y su oficio como escritor.

Echando las cuentas de lo que le queda para retirarse, Silva asegura que todavía tiene varios años por delante hasta cumplir edad para jubilarse y promete que habrá más novelas. De hecho, tiene nuevas historias en mente. Así, señala que le gustaría mandar a sus protagonistas fuera del país y que está atento a lo que sucede en Ucrania, a donde España ha enviado guardias civiles.