Una investigación encargada por la Junta de Castilla y León sobre las guerras de Roma contra cántabros y astures ha permitido sacar a la luz una docena de campamentos militares en la mitad noroeste de la provincia de Burgos que hasta ahora no se habían localizado, gracias a la combinación de técnicas de prospección aéreas y pedestres, desarrolladas por el equipo que dirige Esperanza Martín.

El trabajo se ha desarrollado durante más de un año en Burgos, León y Palencia. Inicialmente, se trataba de actualizar el catálogo de 80 emplazamientos ya identificados en la época de esa contienda (entre los años 29 y 19 a.C.). Pero «la revisión de amplias zonas en las que se constataba un vacío de información deparó la sorpresa del hallazgo de más de 50 nuevos yacimientos, de los cuales gran parte se corresponden con posibles recintos campamentales», detalla Martín, que también está al frente del proyecto de la ciudad romana de Flavia Augusta en Poza de la Sal.

Han utilizado un amplio catálogo de series fotográficas aéreas, además de técnicas de localización aeroespacial actual y la tecnología LíDAR (escáneres láser aerotransportados).

El cerro y el posible campamento de la Maza, en Pedrosa de Valdeporres, fue el primero excavado por el equipo de Eduardo Peralta entre 2000 y 2003. - Foto: DB

Los grandes descubrimientos del estudio están pendientes de publicación, por lo que el equipo se muestra cauteloso, también con los emplazamientos exactos, para dificultar el desembarco de los furtivos. Sí apuntan que entre Herrera de Pisuerga y Sasamón (Segisama) hay varios y que uno de los lugares claves que han revisado es el oppidum del Cerro de la Maza, en Pedrosa de Valdeporres, que fue excavado por Eduardo Peralta entre 2000 y 2003.

Las dimensiones de los campamentos «varían bastante» entre aquellos considerados de entrenamiento, en los que las tropas hacían ‘prácticas’ y aprendían a cavar fosos y crear terraplenes, de ahí que por ejemplo algunos presenten zonas sin rematar, y los asentamientos, algunos de los cuales pudieron perdurar durante centurias. La mayoría siguen «pautas bastante estrictas» y se corresponden con asedios a castros ya documentados. En muchos casos están «jalonando las vías romanas», explica.De hecho, ha sido de gran utilidad el trabajo de Isaac Moreno sobre esas infraestructuras para seguir el movimiento de las tropas. 

Junto a Esperanza Martín, han desarrollado esta investigación Antxoka Martínez Velasco, Diego Díaz Alonso, Fernando Muñoz Villarejo, Laura Bécares, Aitor Ruiz Cabezón y Joaquín Granados Castro. Agradecen a la Junta de Castilla y León su apuesta decidida por generar un instrumento para proteger este patrimonio, que abre grandes posibilidades de excavación, protección y explotación turística, como por ejemplo se está haciendo ya en La Loma (Palencia).