Un nuevo acceso al HUBU obligará a mover la parada del bus

G.G.U. / Burgos
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La obra convertirá una salida de emergencia del Hospital Universitario de Burgos muy empinada en un acceso peatonal a ras de suelo, que obliga a partir el jardín tras el apeadero. La idea es moverlo a Islas Baleares o al Talamillo

El jardín se romperá justo al lado de las escaleras, para facilitar el paso de los peatones hacia el sótano en el que está el PET-TAC sin apenas desnivel. - Foto: Valdivielso

En un par de semanas está previsto que empiecen en el HUBU los preparativos para la obra que este verano abrirá un acceso externo directo al PET-TAC de Medicina Nuclear; una reforma demandada por el servicio desde hace años para evitar que pacientes que han recibido radiofármacos -para que les puedan hacer el estudio que detecta un crecimiento celular anormal en el organismo- irradien a otras personas en los pasillos o ascensores y que, como paso previo, obliga a trasladar la parada de autobuses del hospital. Lo que todavía no se ha decidido es si se sacará al exterior del recinto para mantenerla en Islas Baleares o si, como se hizo tras la inauguración del complejo, los autocares de las ocho líneas afectadas apearán a los pasajeros frente al centro deportivo Talamillo, en Islas Canarias.

La apertura de este nuevo acceso se va a hacer en un espacio que se proyectó como una salida de emergencia desde el sótano en el que está el PET-TAC, que equivaldría a un menos tres. Eso significa que esa superficie a transformar tiene una pendiente pronunciada, de aproximadamente un 8%, a lo largo de más de 45 metros. Así que para rebajarla al máximo y permitir una conexión peatonal desde la calle a estas instalaciones de Medicina Nuclear sin apenas desnivel hay que romper en dos el jardín que está detrás de la actual parada de autobuses para crear un paso.

Esta parte de la obra es del todo incompatible con la ruta habitual de los buses urbanos, por lo que no se ha encontrado más solución que trasladar -de forma provisional- el apeadero, en el que tienen parada las líneas 2 (carretera de Arcos-HUBU y estación de trenes), 5 (El Pilar-Vista Alegre), 4 (Hospitales-Castañares), 7 (Pilar-HUBU-Vista Alegre), 13 (Gamonal-Hospitales), 16 (carretera de Arcos- estación de trenes-HUBU), C2 (HUBU-Universidad por la carretera del cementerio) y C1 (HUBU-Universidad por el bulevar). La ubicación definitiva es decisión del Ayuntamiento, pero, en principio, tienen que moverla antes de mediados de junio, ya que la idea es tener todo preparado para que las máquinas puedan entrar en la semana de San Pedro.

La obra se prolongará a lo largo de cuatro meses para que, a primeros de noviembre, Medicina Nuclear disponga de un acceso diferenciado para los pacientes tratados con radiofármacos. El servicio puso esta cuestión sobre la mesa en plena pandemia, siempre con el mismo argumento: que los usuarios del PET-TAC compartan pasillos y ascensores con otros pacientes después de su estudio aumenta el riesgo de irradiación accidental. Y es lo que se quiere evitar, sobre todo a las mujeres embarazadas y a los niños. 

La Tomografía por Emisión de Positrones (PET) es una prueba diagnóstica no invasiva, pero emplea material radioactivo en pequeñas cantidades para obtener imágenes que permiten evaluar las funciones de órganos y tejidos. Si se acompaña de un escáner (TAC), como es el caso del aparato del HUBU, obtiene unas imágenes más precisas del organismo porque se sirve de tecnología avanzada en Medicina Nuclear y en Radiología. Y de ahí que se considere la mejor herramienta que hay para el diagnóstico y seguimiento de tumores, pero también de infecciones. Así, cada vez se emplea más y el flujo de pacientes es mayor.

160.000 euros. De ahí que el pasado enero, la Gerencia Regional de Salud (Sacyl), responsable de la asistencia en el HUBU, solicitara formalmente esta reforma a la propietaria del edificio y del contenido (Eficanza), que preparó el proyecto y presupuestó la inversión en unos 160.000 euros.

La parte más compleja de la obra es reducir el desnivel de una superficie tan amplia, pero el principal cambio que observarán los usuarios del hospital es la apertura de un pasadizo donde ahora hay un jardín; justo al lado de las escaleras que ya hay detrás de la parada del autobús para ir hacia el PET-TAC. Este 'túnel' de nueva creación y exclusivamente peatonal, se cubrirá con una rejilla o una estructura similar para proteger al máximo el acceso y facilitar el recorrido a ras de suelo hasta la entrada de Medicina Nuclear.

La obra se hará en verano para minimizar las molestias a pacientes y usuarios de los buses.