Aunque el saldo demográfico en Burgos sigue siendo aplastantemente negativo, el arranque de 2024 en cuanto a los nacimientos y a los fallecimientos en la provincia se refiere ha pillado a todo el mundo desprevenido.
Entre enero y febrero, el Registro Civil ha notificado la llegada al mundo de 333 burgaleses, una cifra un 15,6% superior a la anotada durante ese mismo periodo del curso anterior. En esa misma línea de crecimiento demográfico, los fallecimientos certificados retroceden: de los 831 que INE recogió hasta la semana 9 del 2023 (del lunes 27 de febrero al domingo 5 de marzo) se ha pasado a los 791 de ese mismo bloque (del lunes 26 de febrero al domingo 3 de marzo) del presente ejercicio.
La reducción del 4,8% supone un bálsamo de alivio para un territorio que desde hace muchos años adolece de un saldo vegetativo nulo. No obstante, y aquí está el problema en cuestión, las 791 muertes siguen siendo más del doble que los 333 nacimientos, lo que aboca a un nuevo retroceso natural de la población. Sin embargo, la llegada de inmigrantes durante los últimos años ha paliado esa situación hasta el punto que la provincia ganó habitantes durante el pasado año 2023.
Volviendo con los nacimientos, Burgos se sitúa hasta febrero como uno de los territorios en los que mayor incremento porcentual de alumbramientos se ha registrado. El 15,6% es apenas superado por el 30,1% de La Rioja, el 24,2% de Cantabria, el 26,8% de Palencia, el 19,4% de Teruel, el 18,2% de Huesca y el 16,3% de Ávila.
Por contra, donde peor evolución están siguiendo es en Soria y Álava, provincias en las que retroceden un 14,2% y un 12,1% respectivamente. En el conjunto del territorio nacional, los 53.080 nacimientos hasta febrero experimentan una subida del 2,8%, una marca que supera a la de ejercicios previos, pero que no alcanza a los del 2020.
La otra cara. En cuanto a la estadística de fallecimientos, Burgos se encuentra en una posición más próxima a la media. La caída del 4,8% es superior a la de España como país, que se queda en el -0,88%, aunque se queda lejos de aumentos como los experimentados en provincias como Córdoba (-8,4%), Soria (-7,6%) o Castellón (-7,2%). En sentido contrario, en La Rioja y Huesca, donde también crecen los nacimientos, las muertes se desbocan con un 25,3% y un 22% más respectivamente.
El Instituto Nacional de Estadística confirmó el pasado febrero que, a 1 de enero de 2024, el censo provisional de la provincia de Burgos registraba 359.200 habitantes. Pese al saldo vegetativo negativo del curso previo, la inmigración logró contener la sangría demográfica que sufre el territorio desde hace ya demasiado tiempo.