La inseguridad ciudadana, el auge de la indigencia en las calles, el tráfico y consumo de drogas y de alcohol y el deterioro urbano generalizado en el entorno de la Estación de Autobuses y el parque de San Agustín se han convertido en las primeras preocupaciones de los vecinos, hosteleros y comerciantes de la Zona Sur de la ciudad.Los últimos asaltos y robos en farmacias, cafeterías, joyerías, panaderías e incluso en la residencia de San Agustín, y el desmantelamiento de un punto de elaboración y venta de droga en la calle Caja de Ahorros Municipal han colmado la paciencia vecinal, harta de una situación que se repite periódicamente y que, aseguran, se está agravando.
En la última semana, los representantes de la Asociación Nuestro Barrio han mantenido encuentros con los responsables de la Policía Local para alertarles del «deterioro de la situación», que atribuyen a una nueva delincuencia vinculada a la creciente población inmigrante que está acogiendo el barrio, a las cuadrillas de okupas que también actúan en la zona y a un nuevo aumento de los indigentes y con ello del consumo de alcohol y drogas en plena calle, de los incidentes, peleas, amenazas y gritos noche tras noche.
En la zona, les han asegurado, ha aumentado la vigilancia policial, incluso con agentes de paisano, «pero sabemos que una vez detenidos los delincuentes, están en la calle al día siguiente bajo el argumento de que son delitos menores, aunque sumen más de quince seguidos...», se lamentan desde Nuestro Barrio.
Los puntos más críticos mencionados por los vecinos son el ya conocido de la Estación de Autobuses y su entorno, el parque de San Agustín en las últimas horas del día y la parte más avejentada de la zona residencial de San Pedro y San Felices. En el Bulevar, denuncian, se están okupando viviendas por parte de cuadrillas de jóvenes y familias con niños (ha habido varios asaltos con navaja...).
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