Las clarisas de Belorado pasan al ataque legal para defenderse

P.C.P. / Burgos
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El gabinete que representa a la comunidad anuncia acciones contra varios medios de comunicación, una protectora de animales y el ayuntamiento local por «acoso»

Vecinas de Belorado, en el patio exterior del convento el lunes 13 de mayo. - Foto: Alberto Rodrigo

Las clarisas de Belorado han decidido pasar al ataque y anuncian acciones legales en varios frentes para defenderse del «acoso y odio hacia esta institución religiosa y sus miembros», además de recordar que «primeramente son personas» y que se merecen «un respeto», tanto individualmente como en comunidad. En un comunicado remitido a Diario de Burgos por el gabinete jurídico que les representa manifiestan su «descontento por las acusaciones falsas vertidas sobre las hermanas en los últimos días» y subrayan que llevan «una vida diaria muy sencilla y de sacrificio», en la que se dedican «a sus oraciones, el cuidado de animales y la realización de dulces», sin estar «atacando a nadie», recalcan.

La mayor parte del comunicado se centra en el asunto del criadero de perros habilitado en el interior del convento de La Bretonera y por el que tienen dos expedientes abiertos, uno ante la Junta de Castilla y León con propuesta de sanción de entre 3.000 y 60.000 euros por carecer de licencia para núcleo zoológicos, y otro en el Ayuntamiento de Belorado para la concesión de licencia de actividad, con un informe técnico municipal negativo que podría desencadenar la orden de cese de la actividad.

La representación letrada del Monasterio de Santa Clara de Belorado señala al alcalde de Belorado y a su ayuntamiento «por dar información privada públicamente» y de manera «totalmente tergiversada», ya que a su juicio el informe municipal desfavorable sobre la concesión de la licencia «carece de motivación jurídica» porque afirma literalmente que «el uso solicitado no se corresponde con un uso propio de la institución», según explican. Y se preguntan a continuación: «¿Es el Ayuntamiento de Belorado quien marca los usos que puede tener o no esta institución religiosa o, por el contrario, ¿Las hermanas, por el hecho de su condición de religiosas, no son igual que el resto de ciudadanos a la hora de ejercer una actividad económica?», ahondan (...).

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