Kevin Sánchez sigue dando pasos de gigante en su progresión y ayer cumplió el sueño de debutar con el primer equipo del Deportivo de la Coruña. Lo hizo de una manera agridulce porque anotó un bonito gol, pero su equipo acabó cayendo (2-3) ante el Tenerife.

El delantero burgalés, de tan solo 18 años, salió en el minuto 87 y el partido se fue a la prórroga. Entonces, con el marcador 1-2 en contra, dio esperanza a la parroquia gallega con un remate cruzado de cabeza que supuso su primer tanto con la zamarra del primer equipo blanquiazul. «Para mí meter en Riazor es un sueño. Lloré y todo de la emoción», comentó tras el encuentro. «Lo soñé muchas veces y me imaginaba el mítico gol de pase atrás, pero fue así. Veo que el lateral se echa un poco para adelante, Davo me pone un caramelo, puse la cabeza y fue allí», relató.

Antes del gol, el atacante formado en la cantera del Burgos CF gozó de otra ocasión y lamentó que el portero desviara el balón a córner.  «Estoy triste porque podría haber puesto al equipo por delante. Fue una pena», lamentó Sánchez, que confesó que estaba nervioso por el debut.

Cabe recordar que el ariete burgalés llegó a la cantera del Deportivo con tan solo 14 años y ha ido dando pasos hasta llegar al primer equipo. Esta temporada ya había entrado en alguna convocatoria, pero no había jugado. Compite de forma habitual con el Deportivo Fabril, filial blanquiazul que milita en Segunda RFEF. Además, se ha convertido en un fijo en las convocatorias de la selección española sub'19.