El equipo de gobierno de Briviesca ha utilizado el último cartucho para adquirir el convento de Santa Clara y la zona de las huertas, pero la negociación finalmente no ha llegado a buen puerto. Antes de que finalizara el año 2022, los cuatro portavoces de los grupos municipales -el alcalde, Álvaro Morales, Marcos Peña, Arturo Pascual y María Guimarey- mantuvieron un encuentro con la comunidad religiosa Iesu Communio en el Monasterio de La Aguilera con la intención de pactar la compra del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural, rehabilitar las zonas más damnificadas y utilizarlo para fines culturales, pero «no alcanzamos un acuerdo económico», aclara el regidor.
El deteriorado estado de conservación y la imposibilidad económica de las monjas hace que el monasterio continúe en venta. Hace unos años se publicó un anuncio en un portal inmobiliario online por 3 millones de euros, aunque «la última oferta que vimos en internet habían reducido el precio a uno», declara Morales. «Propusimos una oferta a la baja que no pretendo revelar pero no llegó a cuajar y a esta alturas de la legislatura no lo volveremos a intentar», añade.
El equipo de gobierno, con el apoyo de los miembros de la oposición, tantearon la posibilidad de adquirir el conjunto monumental y restaurar el claustro gótico (el área que peor estado conserva) a través de subvenciones destinadas para edificios BIC y ofrecer a los vecinos un espacio para usos culturales. «Si consiguiéramos estabilizar esa parte lo mostraríamos al público. Muy poca gente de la ciudad ha visto su interior y estoy convencido de que sería un gran atractivo. Además, el lugar tiene capacidad para albergar desde un museo hasta un hospedería o se podría transformar en un lugar para impartir, por ejemplo, formación profesional», expone el alcalde.
El espacio conventual se compone de iglesia, hospital, diversas dependencias y dos claustros. El gótico se incluyó en la Lista Roja de Patrimonio en peligro de la Asociación Hispania Nostra por su deficiente estado de conservación. Requiere de una rehabilitación urgente porque presenta desprendimientos y deformidades de la estructura, que amenaza riesgo de derrumbe. Fuentes de la comunidad religiosa, que en su momento manifestaron a este periódico que «descartaban» hacerse cargo de las actuaciones del ruinoso inmueble al verse «incapaces de seguir manteniéndolo», han destinado algunos fondos para «ejecutar mejoras» en el espacio, pero no detallan cuál o cuáles han sido las elegidas.
Ayudas de la Junta. La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta explica que el Monasterio se encuentra en desuso desde el año 2005 y las propietarias «no han solicitado ayuda ni se han puesto en contacto con este centro directivo para llevar a cabo una rehabilitación», y recuerda que «según establece la normativa son los propietarios los obligados a conservarlos y protegerlos». Por otro lado, con el fin de garantizar la conservación del Patrimonio Cultural, «establece las estrategias, criterios de intervención, los programas y líneas de acción encaminadas a la protección y difusión del mismo». La administración regional también informa de que no han mantenido «comunicación con el Ayuntamiento de Briviesca».