Baño de alto riesgo en Pedrosa de Tobalina

A.C.
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El mirador originó la caída de toneladas de roca en agosto pasado, según un informe técnico, y la regidora sopesa mantener este verano la clausura de la zona, que centenares de bañistas se saltan sin control

La imagen tomada el domingo muestra a los bañistas bajo el mirador y junto al desprendimiento de rocas ocurrido en 2020, así como sobre el propio mirador. - Foto: A.C.

El 8 de agosto pasado, un estruendo sorprendió a quienes pasaban aquel sábado en la zona de baños del Peñón de Pedrosa. Toneladas de roca se desprendieron de la pared ubicada bajo el mirador y la Guardia Civil decidió junto con las autoridades locales desalojar a cientos de bañistas. Los accesos se clausuraron y así han continuado hasta hoy en que sigue prohibido el paso por el peligro de nuevos desprendimientos. Pese a ello, centenares de personas se lo saltan desde que comenzaron a subir las temperaturas, colocando sus toallas incluso a los pies de las rocas. Igualmente, hacen caso omiso a la prohibición de acceder al mirador para observar la cascada.

La alcaldesa, Raquel González, afirma que «el desprendimiento se originó en el mirador»,  y que «el problema son el mirador y las cavidades que se han creado bajo el mismo», en parte también fruto de la erosión que causan las grandes avenidas del Jerea. Tras esperar a que concluyera la etapa de riesgo de inundaciones, se desbrozó la vegetación de la pared de roca bajo el mirador y se comprobó que «el problema es más serio de lo que esperábamos, porque hay una gran roca que no ofrece garantías», señala la regidora, quien insiste en que «peligra la seguridad del mirador». Un informe técnico municipal, del que González no ha dado detalles, indica las actuaciones necesarias para asegurar la zona, pero la alcaldesa ya avanza que «se trata de una inversión que, en caso de que decidamos ejecutarla, será con los presupuestos de 2022».

Así pues, ahora la cuestión es como ponerle puertas al campo, algo bastante difícil cuando el calor aprieta y las aguas color turquesa del río Jerea se convierten en un reclamo irresistible. La alcaldesa admite que sopesa mantener la clausura completa de la zona durante todo el verano, aunque otra opción sería delimitar el baño en el área más alejada del desprendimiento, El mayor problema, en cualquier caso, es la falta de control, porque como González lamenta, «carecemos de personal de vigilancia y de Policía Local, con lo que la situación es difícil en ese enclave en estos momentos». Su temor es «que no se respeten las prohibiciones y pueda ocurrir un accidente».

La bajada a la zona de baños del Peñón tiene vallas, pero no se respetan.La bajada a la zona de baños del Peñón tiene vallas, pero no se respetan. - Foto: A.C.

Desde la oposición. En la semana del 21 de junio, el equipo de gobierno tiene previsto adoptar una decisión. Mientras llega, el pasado viernes se instalaron nuevos carteles indicando el peligro de desprendimientos, pero pocos hicieron caso este fin de semana como tampoco en días anteriores. El grupo municipal de Vivir en Tobalina preguntó por las posibles soluciones al desprendimiento en el pleno de diciembre y en otro posterior. Entonces no hubo respuestas, puesto que no se había abordado el informe técnico ni se había acudido a la Confederación del Ebro para presentar el documento.

Ante ello, la edil de VT, Nerea López de la Fuente, considera que «no se está teniendo en cuenta para nada la seguridad de las personas» y ante todo «lo primero es dotar de seguridad la zona». «La alcaldesa nos dice que no tienen competencias, pero si hay carteles municipales que prohiben los perros, comer, la acampada, saltar del Peñón...» y ahora el paso. Frente a la cartelería, la edil apuesta por «concienciar y no solo prohibir» para evitar una desgracia, pero lamenta que «el equipo de gobierno no sabe lo que tiene que hacer». Además de ello critica el estado de la zona de la chopera, aguas arriba del Peñón, donde precisamente la alcaldesa recomienda trasladar el baño. López asegura que la zona sigue sin segarse con hierba de un metro y ya ha llenado «un bote de garrapatas» que llevará al Ayuntamiento con una solicitud de limpieza y acondicionamiento de la zona.