Lo que parecía una madrugada de domingo tranquila terminó en una pesadilla para el dueño y los clientes del taller mecánico de Estépar. Minutos después de las 5 se inició un voraz incendio en un vehículo estacionado en la calle frente al negocio y cuyas llamas llegaron a propagarse a otro turismo que se encontraba aparcado junto a él.
El propietario del local de reparación de vehículos, Israel Martínez, no se percató del suceso hasta que llegó al establecimiento a las 8:30 de la mañana para atender un servicio de grúa. A esas horas los bomberos ya habían sofocado las llamas y se empezaban a valorar los daños causados. El incidente no se quedó ahí, ya que no solo se vieron afectados el vehículo en el que se originó el fuego y su contiguo; en otro ubicado a varios metros de distancia también hubo un conato de incendio. Milagrosamente se pudo detener la propagación a tiempo y solo quedó dañada la rueda delantera izquierda y parte de una de las aletas.
«Ha sido claramente provocado», insiste una y otra vez Martínez. En el último turismo incendiado, y que se salvó por los pelos, se halló un trapo sobre el neumático en el que se iniciaron las llamas, presuntamente lleno de algún tipo de combustible que permitió la propagación del fuego.
El modus operandi seguido por el posible pirómano es idéntico al del que actuó por las calles de Aranda entre mayo y junio de 2022 (...).
(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este martes o aquí)