Vecinos de los números 53, 55 y 57 de la calle Fernán González han trasladado al Ayuntamiento su preocupación por el estado en el que se encuentra el edificio situado en el 51, colindante a sus bloques. El inmueble está apuntalado y se están produciendo numerosos desprendimientos de la fachada y también el día del vendaval salieron volando algunas de las carpinterías metálicas que cubrían los balcones. Además, el hecho de que esté deshabitado hace que su tejado sea refugio de palomas y el entorno se llene de suciedad.
Los residentes de este inmueble se marcharon hace años ya por su mal estado, lo que propició que fuera objetivo de okupas. La Policía Nacional les desalojó por orden judicial pero volvían a okuparlo de nuevo e, incluso, llegó a residir una familia con menores hasta que se instaló una puerta antiokupa y tapiaron algunas de las ventanas.
Desde entonces el edificio, que da a la calle Fernán González y también a la parte trasera del Callejón de las Brujas, se ha ido deteriorando con el paso del tiempo. La medianera que está al descubierto presenta, tras el derribo de las casas colindantes, numerosas grietas y huecos y el tejado numerosos agujeros. La parte trasera está apuntalada y los últimos okupas dejaron en ella kilos de basura y deferentes enseres (sofás, un inodoro, un tendedero ...). El último vendaval arrancó de cuajo toda la carpintería metálica que conformaba los miradores de la parte trasera. Afortunadamente cayeron dentro del recinto interior.
Los vecinos de los bloques cercanos urgen una solución para evitar el riesgo que supone tener un edificio en esta condiciones no solo por ellos sino por las numerosas personas que transitan por la calle. «Pueden producirse nuevos derrumbes por el estado en el que se encuentra», indicó Pilar Antón, una de las vecinas.
A ello se añade la mala imagen que se da al ser una calle que es Patrimonio de la Humanidad, al pasar por ella el Camino de Santiago, y estar situada frente al Arco de Fernán González (que sigue vallado desde hace años por la caída un pináculo) y por la que transitan peregrinos y turistas. «No es la mejor imagen que se llevan los peregrinos cuando salen de la ciudad o los turistas», añadió.
Desde la Asociación de Vecinos Casco Histórico Alto urgen al Ayuntamiento que inste a los propietarios del inmueble a buscar una solución así como también a que evite que se use el solar de al lado como vertedero. También demandan una actuación de regeneración del último tramo de la calle Fernán González tras la decisión del actual equipo de Gobierno de posponer esta actuación hasta que se ponga en marcha el aparcamiento entre Corazas y Álvar Fáñez al ser una demanda vecinal de años.