Desde que la Biblioteca Municipal Cervantes abrió sus puertas a finales de mayo de 2022, ha ido incorporando eventos para aprovechar las amplias salas que se crearon. De hecho, la Concejalía deCultura, liderada por Carlos Diez, ha acelerado en su empeño por dotar de más actividad a esta instalación durante el último año y ha añadido desde talleres cada sábado a encuentros con autores locales, actos complementarios en fechas señaladas o el reciente trivial, que ya tiene varias reservas por parte de los colegios. El edil de IU-Podemos explica que «se trata de hacer cosas para que la gente se anime a ir, que igual no le dan el uso corriente del préstamo de libros, pero pueden aprovecharlo para más cosas».
Por ahora este tipo de iniciativas no están dando mal resultado, ya que la biblioteca ha conseguido superar los 10.600 socios. Según figura en la memoria realizada por la plantilla de estas instalaciones, solo durante 2023 la cifra de abonados se incrementó más de un 11%, algo que genera una clara satisfacción en el concejal responsable. Diez apunta que «uno de cada tres mirandeses es socio, está bastante bien» y añade que espera «seguir a este ritmo para tener muchos más, que sería lo ideal». Y es que, desde su punto de vista, «cuanta más gente utilice la biblioteca mucho mejor, porque al menos sabes que das un servicio que interesa».
Precisamente, el departamento de Cultura ha intentado ligar la gestión del edificio a los intereses de los usuarios. El edil de IU-Podemos describe que en un solo año se han sumado en torno a 1.500 ejemplares, con una inversión mensual de «unos 800 euros», y siempre atendiendo a «lo que demanda principalmente el público, que son los títulos de novedades sobre todo en cuanto a novelas». Así, no es de extrañar que libros de Cristina Campos, Dolores Redondo, Carmen Mola, Ibón Martín o Julio Llamazares figuren en la memoria de 2023 como las obras más prestadas.
Pero la cosa no queda ahí, puesto que el Consistorio de Miranda también pretende adaptar en ciertos momentos el horario de las instalaciones en función de las necesidades de la población. El concejal de Cultura adelanta que tienen idea de ampliarlo «al menos hasta las doce de la noche» cuando tenga lugar la prueba de EBAU de los adolescentes mirandeses, algo que ya se ha hecho en años anteriores y «de entrada, se mantendrá».
Ahora bien, el propio Diez reconoce que esta instalación también sufre carencias, sobre todo, en materia de personal. El edil cree que se trata de «un problema endémico» y provoca que «ocasionalmente, la biblioteca tenga franjas sin cubrir». Si bien es cierto que el área de Cultura «hace encaje de bolillos y se intenta solucionar de la forma menos dañina, al final son los recursos que hay y si falta un auxiliar de biblioteca y solo queda un conserje, no se pueden atender determinados servicios u horarios».
Aire acondicionado. Aunque la remodelación del antiguo colegio Cervantes para transformarlo en la biblioteca municipal ocurrió hace relativamente poco, el Ayuntamiento ya prevé implementar algunas mejoras. En concreto, el concejal de Cultura avanza que los técnicos «están haciendo el proyecto para instalar aire acondicionado y que el año que viene se pueda ejecutar la obra».
Según cuenta, ahora mismo hay un circuito que refrigera las instalaciones con aire de la calle, pero se sustituirá por climatización, aunque aún deben determinar la forma. Es decir, «si se utiliza el sistema de la calefacción o se tiene que instalar algo externo», algo que «marcará el coste».