A unos agentes de la Policía Local que hace unos días patrullaban por el extrarradio de la capital les llamó mucho la atención un vehículo detenido en un camino de servicio. El olfato no les falló, pues los responsables de dicho coche se encontraban en plena caza furtiva de conejos. Por si fuera poca infracción, se percataron de que para esta práctica ilegal utilizaban hurones. Habían capturado dos conejos. Ahora se enfrentan a multas de hasta 10.000 euros y penas de cárcel.

La noche se echaba encima cuando, a eso de las 19:30 horas, la mencionada patrulla adscrita a la Unidad de Distritos realizaba una batida preventiva en la zona aledaña a los campos de Pallafría, entre los barrios de Cótar y Villafría. Fue entonces cuando vieron un Renault Clio amarillo que enseguida les pareció sospechoso.

Una vez identificados el conductor y un ocupante del turismo, de 40 y 46 años respectivamente, los agentes observaron en el posterior registro que había en el interior dos conejos recientemente muertos, una jaula con tres hurones y una mochila con multitud de redes para cazar. Dadas las circunstancias, decidieron avisar a la Unidad Medioambiental de la Policía Administrativa para hacer una valoración más detallada de la infracción que, tenían claro los efectivos del cuerpo municipal, habían cometido los dos sujetos sorprendidos.

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