El principal inquilino del aeropuerto de Villafría avanza en su política de expansión y ello condiciona en este momento el desarrollo de otros proyectos que cuentan con el decidido interés del Ayuntamiento de Burgos para dotar de vida a una infraestructura sin actividad comercial desde hace más de dos años. FlyBy celebra la buena aceptación que ha tenido el aterrizaje de su escuela de pilotos en el aeródromo de Logroño para multiplicar la oferta de sus cursos, si bien la base principal se mantendrá en la capital castellana.
La compañía confirma de nuevo su intención de permanecer en Villafría. Por su parte, la ciudad ha asegurado a FlyBy el interés por acoger también su futura escuela de mecánicos. Este programa formativo tendrá una capacidad máxima de 200 alumnos en su fase inicial, si bien los plazos marcados en su momento para la puesta en marcha de esta iniciativa se han retrasado y en este momento no se ha fijado una fecha aproximada para su implantación. Ya sea en el aeropuerto local o en otra ubicación.
Llegados a este punto, Burgos quiere tomar la iniciativa y mueve ficha para asegurar una buena posición en la estrategia de la empresa. El Ayuntamiento jugará su baza de 'local' en una partida en la que tanto la sociedad de promoción como la alcaldesa, Cristina Ayala, apostarán fuerte.
Álex Álvarez, consejero delegado de Flyby, se mantiene abierto e interesado en profundizar en esta posibilidad. Aunque queda mucho camino por recorrer antes de llegar a acuerdos concretos, la capital castellana está en una buena situación en la carrera por ser la sede de la escuela de mecánicos. Todo, después de superar un momento complicado en el que parecía perder peso en las quinielas por las limitaciones de su infraestructura, además de otras cuestiones logísticas y estratégicas.
La idea planteada en el último trimestre de 2022 aún tiene margen de maniobra para desarrollarse hasta ser una realidad y el actual equipo de Gobierno ya ha planteado a los responsables de FlyBy las opciones a estudiar para aumentar sus dependencias.
A grandes rasgos, se trata de una cuestión de espacio. O, más bien, de falta de espacio. Todas las partes asumen que Villafría ya no da más de sí y eso se ha traducido en una primera fase de expansión de la escuela de pilotos a Logroño. Ahora habría que hacer sitio a la escuela de mecánicos y se estudian las mejores alternativas para la implantación de una iniciativa de la que Burgos quiere ser referencia nacional.
Desde que tomara posesión del cargo hace 10 meses, Cristina Ayala ha repetido en numerosas ocasiones su renuncia a explorar cualquier alternativa para reactivar la actividad comercial del aeródromo si ello conlleva la necesidad de inyectar una importante cantidad de dinero procedente de las arcas públicas. En este escenario, la presencia y la destacada operativa de FlyBy se presenta como una solución muy interesante para dotar de vida a Villafría a la espera de tiempos mejores.
En este sentido, el Ayuntamiento de Burgos busca más espacios sin descartar ninguna ubicación aunque la lógica dice que lo idóneo sería encontrar una solución cerca de la terminal. Ambas partes mantendrán el contacto en las próximas semanas para tratar de nuevo esta cuestión.
Pilotos. Mientras tanto, la expansión de la escuela de pilotos centra en este momento la atención de los responsables de FlyBy. El programa ha cumplido su primer mes de actividad en Logroño-Agoncillo y suma ya un total de 350 alumnos de más de un centenar de nacionalidades que copan la oferta.
La empresa cuenta en este momento con un total de 27 aeronaves disponibles para que sus alumnos hagan las prácticas de vuelo y a lo largo de este año dispondrá de 31. El crecimiento de la compañía hace que las nuevas inscripciones previstas ya estén dirigidas al comienzo de 2025 debido a la alta demanda.
Por ello, los responsables de la compañía estudian con una previsión a largo plazo su posible aterrizaje en otros aeropuertos donde asentar y reforzar la línea ascendente descrita desde que dieran sus primeros pasos en Burgos en el ya lejano año 2019.