El Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos comprobó la semana pasada que un joven ejemplar de oso pardo se paseó por los bosques de Montorio y Huérmeces. El hallazgo fue notificado por el guarda de la zona gracias a un vídeo grabado con una cámara de espera que rápidamente se hizo viral. Pues bien, con un modus operandi muy similar, gracias a de nuevo a unas imágenes grabadas -en este caso desde un automóvil- y que han pasado de teléfono en teléfono, ayer se verificó la presencia de un animal de esta especie en el Valle de Sedano.

Técnicos de la Junta de Castilla y León y varios guardas forestales realizaron una batida por las inmediaciones del río Gredilla, también conocido como Arroyo de Fuente Hernando, para corroborar in situ la presencia del plantígrado en la zona. En este extenso robledal localizaron al menos dos huellas que corresponden a un oso joven, de entre 4 y 5 años, y que todo hace indicar que puede ser el mismo de Montorio. Las pruebas de laboratorio de los restos biológicos hallados, que se cotejarán con otras que ya tiene la administración regional en su poder y otras que se recogerán hoy en la zona de Espinosa de los Monteros, arrojarán más luz. En el vídeo que les sirvió de pista se ve al animal perfectamente en un paraje conocido entre los vecinos de esta comarca como Cueva del Pobre, en el término de Gredilla de Sedano.

Desde primera hora y hasta bien entrado el mediodía varios coches con agentes estuvieron rastreando palmo a palmo el terreno en búsqueda de pelo, rasponazos, ramas partidas o algún tipo de huella. Fueron precisamente dos de estas, una perfectamente marcada en el barro y otra en la que se aprecia un pequeño hundimiento en la tierra, las que permitieron corroborar la presencia del oso 30 kilómetros al norte de donde se localizó la semana pasada. Del animal no descubrieron ni rastro, ya que se trata de especies huidizas que pueden llegar a recorrer enormes distancias cada jornada. Es habitual, según expertos consultados por este periódico, que las manadas de osos pardos lleguen a repudiar a los ejemplares más jóvenes cuando tienen una edad. Este podría ser el caso de este plantígrado, aunque no se ha confirmado.

La huella da fe de la presencia de un oso pardo joven en las inmediaciones del Valle de Sedano. - Foto: Alberto Rodrigo

Lo que parece claro, según comentaban ayer algunos vecinos del Valle de Sedano, es que el animal ha merodeado por toda esta comarca durante las últimas semanas y que se ha ido moviendo por diferentes puntos del entorno, desde la zona de Terradillos hasta los términos de Gredilla o Huidobro.

Estos pueblos burgaleses poseen una gran masa forestal y pueden suponer un lugar perfecto para que esta especie habite a sus anchas y sin apenas peligros. No obstante, desde la administración regional también barajan la hipótesis de que el mamífero simplemente se haya podido desorientar o se encuentre en plena búsqueda de una nueva ubicación donde poder quedarse a vivir. Los habitantes más viejos del entorno no recuerdan la presencia de esta especie por su comarca, algo completamente inédito.

La Junta de Castilla y León pudo confirmar la semana pasada que el vídeo de Montorio era real, aunque todo apuntaba en ese momento a que se trataba de una incursión fruto de la curiosidad o motivada por la necesidad de poner tierra por medio ante algún problema en su comunidad. Y es que no se llegaron a localizar indicios de que se haya quedado a vivir en este paraje, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Burgos. Los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León sospechaban en ese momento que pudo llegar procedente de los bosques palentinos de Brañosera, ya que entre ambas localidades hay unos 70 kilómetros. Todo pende de las pruebas de laboratorio que se realizan en los próximos días.

Ataques indiscriminados. Por ahora no se ha alertado en la zona de Sedano de ataques a colmenas, uno de sus objetivos preferidos, al revés de lo que ha ocurrido este verano en la comarca de Merindades. De hecho, un apicultor de Espinosa de los Monteros denunció en este periódico a finales de junio que el plantígrado había llegado a tumbar una treintena de colmenas y sacado los panales para comer.

Se trata de uno de sus alimentos favoritos y lo cierto es que en la zona de Sedano también hay unas cuantas explotaciones de este tipo que, de momento, se han librado de las garras de este animal.