Todd Boehly, dueño del Chelsea y megalómano empedernido (característica común a todos los definidos como «empresario, inversor y filántropo» del planeta), habrá leído muchas teorías ganadoras como aquella para ganar «cien por cien fijo» a la ruleta: es apostar (por ejemplo) un dólar al rojo. Si ganas, perfecto. Pero si fallas, repetir la apuesta al rojo, solo que esta vez de dos dólares; si vuelves a fallar, cuatro y después ocho y después 16, 32, 64… e ir doblando hasta que salga. Y esas ganancias serán de un dólar: el primero que apostaste.
Pero el fútbol no es la ruleta. No hay fórmulas fijas para ganar. Ni siquiera una moneda. «A base de lanzarla, alguna vez saldrá cara», la frase que define perfectamente la forma de actuar del Chelsea en las últimas temporadas. Fichar, fichar y fichar. Inflacionar el mercado con inversiones ridículas e incluso obscenas. Y al final, la moneda está girando sobre la mesa y por fin puede salir cara: los 'blues' son segundos en la Premier League a dos puntos del Liverpool, llevan 10 partidos sin perder (desde el 30 de octubre, cuando cayeron ante el Newcastle en los cuartos de final de la Copa de la Liga) y son líderes con pleno de victorias en una Liga Conferencia que se les queda pequeña: comparten la zona noble -los ocho primeros- con Guimaraes, Fiorentina, Legia, Lugano, Shamrock, Cercle Brugge y el Bialyslok.
Gasto
En las últimas cinco temporadas, el Chelsea ha gastado cerca de 1.700 millones en fichajes. La barbaridad habla por comparación: el segundo en la lista es el Paris Saint Germain, que se quedó en 'solo' 925… una cifra algo menor que las pérdidas en el balance gastos-ingresos del equipo londinense en este período: -942 millones. El desembolso 'blue' dobla al tercero: el Manchester United gastó 886, el Tottenham 807, el Arsenal 784… en un ranking en el que el Atlético es el primer español (19º, con 447 millones invertidos) por delante del Barça (20º, 431) y Madrid (39º, 299).
De esos 1.700 millones, el 78,4 por ciento (unos 1.333) se han invertido durante la 'era-Boehly', que compró el club en mayo de 2022. En su primer verano al frente de la entidad, el Chelsea reventó todos los récords en un mercado de fichajes gastando 630,25 millones en Enzo Fernández (121), Fofana (82), Mudryk (70), Cucurella (65), Sterling (56), Koulibaly (42), Badiashile (38), Madueke (35)… y el pasado curso obtuvo la segunda mayor cifra de la historia: 464,10 en jugadores como Caicedo (116), Romeo Lavia (62), Nkunku (60), Palmer (47), Disasi (45), Nico Jackson (38) o Robert (23) entre otros.
Ya este verano, con una inversión más 'modesta' de 238,50 'kilos' en jugadores como Neto (60), Joao Félix (52) o Dewsbury-Hall (36) entre otros, a base de lanzar esa moneda al aire semejante inversión y reunión de talento está dando sus frutos. La clave del ensamblaje de piezas (31 futbolistas figuran en su primera plantilla) está en las manos de un técnico sin experiencia en la élite como Enzo Maresca.
El exjugador del Sevilla o Málaga, entre otros, a sus 44 años, había dirigido al sub'23 del Manchester City y a dos equipos de Segunda División como el Parma o el Leicester, a quien ascendió el pasado curso a la Premier. El italiano ha dado con la tecla que no supieron pulsar en este lustro Tuchel, Lampard, Potter o Pochettino: un 4-2-3-1 que, en ataque, puede convertirse en un 3-2-2-3 (con un lateral en el centro) que ha revolucionado al equipo y potenciado a futbolistas como Palmer -el mejor de la Premier esta temporada, con permiso de Salah-, Caicedo, un Enzo más adelantado o Cucurella. «El Chelsea será el equipo dominante en cinco o 10 años», afirmó hace dos semanas . De momento, la evolución es positiva: es el más goleador de la Premier (37), una competición que no gana desde la 16/17 y en la que ha quedado 12º y 6º los dos últimos cursos.