Los médicos de familia de la capital atendieron cara a cara a 7.000 pacientes más este verano que en el de 2023, cuando los centros de salud no cerraron por las tardes y, por tanto, también había posibilidad de hacer peonadas; es decir, era posible pasar consulta una vez finalizada la jornada ordinaria para acortar las demoras y cobrar una cantidad específica en la nómina en concepto de productividad por este trabajo 'extra'. Este año, en cambio, entrado julio se decidió que a partir del día 15 se cerraba a las 15.00 horas para facilitar la organización de las vacaciones del personal y cuadrar las plantillas, tocadas entonces por bajas imprevistas. Eso conllevaba la imposibilidad de asumir más carga asistencial mediante peonada vespertina, aunque la Consejería de Sanidad mantiene la autoconcertación hasta el 31 de diciembre, porque considera que hay «dificultad de acceso a la Atención Primaria». Y, aún así, con cierre por la tarde y sin peonadas, en la capital burgalesa hubo más actividad: 56.819 consultas frente a las 49.819 del 2023. Es decir, un 14% más. Entre centros de salud hay más diferencia: desde el 1% de Huelgas hasta el 21% de San Agustín, siempre según información oficial.
Estas cifras aluden solo a las consultas que se pasaron de forma presencial entre el 15 de julio y el 31 de agosto, dado que es el período en el que se mantuvo este año el horario estival y el objeto de análisis de esta información. Pero si se incluyera también la atención a través del teléfono, a domicilio y la denominada 'comunitaria' (la que se hace en grupos) el resultado es similar: 98.894 frente a las 93.913 consultas globales del mismo mes y medio del 2023.
Hay que tener en cuenta que el horario de verano no supone en la práctica una reducción de jornada para las plantillas, en este caso la facultativa, ya que Sacyl establece que cada semana deben pasar consulta cuatro mañanas y una tarde. Entre los pasados 15 de julio y 31 de agosto, la actividad se concentró y todos los facultativos pasaban consulta cinco mañanas seguidas. Sin embargo, el hecho de cerrar a las 15.00 horas dificulta el acceso a la asistencia sanitaria a quienes trabajan sí o sí por la mañana y, en todo caso, mermaba la actividad por la incompatibilidad con la realización de peonadas.
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