«De puntillas, sin hacer ruido, como a él le gustaba hacer las cosas» se fue hace diez años Juan Carlos Estébanez (1962-2009). Un sigilo que tronó entre sus amigos al conocer la noticia de su muerte para después refugiarse en la memoria de cada uno de ellos en forma de recuerdo latente. Allí ha permanecido hasta este décimo aniversario. Surge ahora entusiasta para rendirse al escritor, al investigador, al técnico del Instituto Municipal de Cultura (IMC) que siempre aparecía con una sonrisa al otro lado de la puerta en un homenaje con forma de libro, De manantial sereno, que se presenta el miércoles 9 de octubre en la Sala Polisón (20.15 horas).
El volumen se alimenta de 25 textos y 11 ilustraciones con un prefacio de Juan Carlos Pérez Manrique, gerente del IMC, y una semblanza trazada por su coordinador cultural, Ignacio González, y María Estébanez, hija del homenajeado.
A estas páginas se asoman los amigos del infatigable e inquieto activista cultural, los literatos y artistas que compartieron más horas con él, sin mirar su proyección internacional, ni su calidad literaria, ni su virtuosa pluma ni la exclusividad de su aportación. Palpita la amistad, la admiración, el cariño. Óscar Esquivias, Carlos Bolinaga, Esther Pardiñas, José Gutiérrez Román, René Payo, María José Zaparaín, Ignacio Fernández de Mata, María Jesús Jabato, Ignacio de Miguel... aparecen en esta nómina con textos literarios, de investigación o estudios sobre la ciudad acompañados por las ilustraciones de Goyo Rodríguez, que hizo sus pinitos de su mano, Gerardo Ibáñez o los fotógrafos Enrique del Rivero, Fede y Ángel Herraiz, que firma el retrato del protagonista y la foto de portada. Nombres como José María Izarra, Pablo del Barco y Juan Vallejo se suman con doblete.
El otoño volará en una Sala Polisón en la que se leerán poemas y fragmentos de la obra de María Teresa León, la escritora del 27 que se quedó casi sin secretos para Juan Carlos Estébanez, y poemas del propio autor (ganó en 1991 la categoría juvenil del antiguo Premio de Poesía Ciudad de Burgos con Presencia solidaria), que bien podría hacer suyo el Retrato de Antonio Machado: (...) pero mi verso brota de manantial sereno; / y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, / soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.