Las empresas burgalesas no se resignan a aceptar la desaparición de los puntos limpios industriales, que el Ayuntamiento cerró tanto en el polígono de Burgos Este como en el de Villalonquéjar al exponer en su día razones de índole legal y que con en el nuevo contrato de basuras se implantaría el sistema de recogida de residuos puerta a puerta en la industria, teniendo cada negocio que hacerse cargo de la gestión de todos aquellos que no se pueden depositar en los contenedores.
Si bien las grandes factorías suelen contratar a gestores autorizados para que sean los que se hagan cargo de sus desechos, en el caso de muchas pymes los puntos limpios industriales eran una buena solución para llevar allí algunos desperdicios. No tanto para el Ayuntamiento, que se encontraba con un cierto descontrol, ya que también había quien arrojaba allí residuos que existen un tratamiento especial, de una trazabilidad... En definitiva, un problema.
Llegada a esta situación, tanto desde FAE como desde la Asociación de Empresarios del Polígono de Burgos Este lo que se ha hecho es pedir al Ayuntamiento que no se pierdan los puntos limpios industriales. La respuesta que se ha dado desde la Concejalía de Medio Ambiente es la de ofrecer estos espacios y que sea el sector privado el que asuma su gestión. Dicho de otra manera, lo que se ha venido a decir es que el Consistorio está dispuesto a ceder estos emplazamientos, pero que sean otros los que se hagan cargo de ellos.
Lo que ha hecho FAE es mantener conversaciones con la asociación que representa a los gestores de residuos y también ha hablado con la Fundación Lesmes, que es la que gestiona en este momento los puntos limpios domésticos que sí se han mantenido abiertos.
Lo que tiene claro la patronal es que estos espacios no podrían reabrir tal y como estaban en el momento en el que dejaron de funcionar ya que lo que se necesita es, por decirlo de alguna manera, que opere de una manera más profesional. Es decir, con los medios para que en los puntos limpios se den certificados en los que quede constancia de los residuos que se han entregado, para que exista una trazabilidad de los desechos... Un lugar en el que sería necesario también que se pague por lo que allí se deposita y un lugar en el que, tal y como detalla la secretaria general de FAE, Emiliana Molero, habría que acometer «inversiones». Sin ir más lejos, para que exista una báscula, sistemas de vigilancia...
El trabajo de campo que se está realizando está todavía en una fase muy incipiente, pero tal y como detalla, lo que se va a hacer es «presentar una propuesta al Ayuntamiento» para que la valore. Y aunque de primeras parece que el Consistorio no quiere emplear recursos, los empresarios quieren ofrecer un proyecto atractivo en el que entienden que puede encajar «la colaboración público-privada».