Llegaron a Madrid, programaron y vencieron. Así podría resumirse la trayectoria de Carlos Briones y Carlos Aladro, alumnos del CIFP Santa Catalina de Aranda, en el campeonato nacional de Formación Profesional 'Spainskills'. Eso sí, los tres días de competición dieron para mucho. Se enfrentaron a pruebas de robótica que fueron de menor a mayor dificultad como configurar la herramienta de un robot, establecer un perímetro para que no se chocara y detectar piezas con un láser, además de pulirlas. Hubo nervios y alguna lágrima a punto de caer. Pero ambos, de 21 y 23 años, lograron sobreponerse y se alzaron con la medalla de bronce.
Briones admite que la primera jornada en Madrid les fue "fatal". No habían trabajado juntos "ni competido en serio" y "lo dejamos todo a medias". El segundo día cambió el asunto. Y de qué manera. Isabel González, la profesora que les acompañó durante todo el campeonato, que equivale a las olimpiadas de la FP, les recomendó que se centraran en lo que les pedían. Siguieron su consejo y no fallaron. "Nos puntuaron muy bien", recuerda Aladro, alumno de la especialización de robótica colaborativa que se ha impartido este curso por primera vez en Aranda.
Así las cosas, ambos afrontaron la última jornada con buen sabor de boca. De hecho, todo transcurrió a la perfección... hasta que llegó el final. "A mediodía habíamos terminado casi todo. Cuando acabó el tiempo de competición lo habíamos probado todo varias veces e iba genial. Apagamos el robot y al encenderlo se había desconfigurado el láser, así que de dos pruebas sólo nos puntuaron en una", lamenta Briones. Por suerte, les dejaron un margen de cinco minutos y pudieron arreglarlo. Vamos, que "funcionó cuando tenía que funcionar". González reconoce que sus dos alumnos mostraban "cara de desesperación". Y no es para menos. Después de tanto esfuerzo, se juntaron "muchas emociones", como añade Briones, que estuvo a punto de llorar. Así que el viernes se marcharon de Ifema con "un mínimo de esperanza".
Tocaba esperar hasta el sábado para conocer a los premiados en las 33 modalidades que formaron parte de 'Spainskills'. La suya, de sistemas robóticos integrados, fue la última. Al principio, la gala les resultó divertida. Pero a medida que avanzó, los nervios se apoderaron de los arandinos. Cuando escucharon sus nombres, todos saltaron de emoción. "Pegué un brinco que casi me caigo para delante", relata Briones, muy contento con el resultado. Aquí hay talento.