Primero a Josip Ilicic, después a Jure Balkovec y finalmente a Benjamin Verbic, Diogo Costa detuvo el pasado lunes cada lanzamiento de la tanda de penaltis de Eslovenia, único portero de la historia de la Eurocopa en parar tres tiros en un mismo duelo en esa destreza, aupado a héroe del avance a cuartos de Portugal y encomendado a su instinto, una virtud innata del guardameta de siempre.
«Me dejé llevar por mi instinto. Por supuesto analizamos a los lanzadores, pero los jugadores cambian su forma de tirar. Me dejé llevar por mi instinto. Eso es lo que sentí y estoy muy contento», expuso el mejor hombre del choque, en el que también repelió una ocasión de Benjamin Sesko en la prórroga, cuando la selección lusa jugaba al borde de la eliminación.
En tiempos en los que la estadística avanzada está tan presente, en los que cada dato o situación repetitiva sirve de guía para los preparadores de guardametas cuando deben anticipar a su pupilo por dónde lanzará cada uno, Diogo Costa fue más allá, transformado en aquel arquero clásico que intuye, adivina y despeja sin tener en cuenta nada más que su propia agilidad e intuición.
Bart Verbruggen, por ejemplo, el portero de Países Bajos, sigue a rajatabla el análisis previo. «Trabajo en ello, analizando a los rivales. Intentamos sacar la mayor ventaja posible», reconoció.
«Es el secreto más escondido del fútbol europeo. Diogo Costa ha estado increíble en el uno contra uno y luego ha tenido la concentración y la calidad para hacer tres paradas consecutivas en la tanda de penaltis. Tenemos que estar muy orgullosos de él», destacó Roberto Martínez, su técnico en Portugal, con la que el portero no había parado aún ningún lanzamiento en sus 26 duelos internacionales.
Experto
Sí lo había hecho con el Oporto. Desde su debut con 20 años en la 19/20, en sus 154 encuentros con los 'dragones' ha parado seis de los 20 que le han lanzado. Un 30 por ciento. Si se cuenta desde su época juvenil, sub'17, nueve de 37, un 24 por ciento. El pasado lunes, un 100 por 100. Los paró todos.
Se impuso al 82,5 por ciento de acierto (33 goles de 40) que tenía el primer lanzador, Ilicic, desde los 11 metros. También al 75 por ciento de éxito del tercero, Verbic, con seis tantos de los ocho que había tirado en su carrera.
Paralelamente, Cristiano Ronaldo, Bruno Fernandes y Bernardo Silva marcaron los tres primeros penaltis de las 'quinas' ante Jan Oblak y Eslovenia para cruzarse ya en los cuartos de final del viernes contra Francia.
Nacido en Suiza en 1999, Diogo Costa es un producto magnífico de la cantera del Oporto, llamado a ocupar desde hace mucho tiempo el protagonismo en su selección. En su recorrido hasta ahí había sido internacional en todas y cada una de las categorías inferiores, con la magnitud que, además, le dan la cantidad de duelos a ese nivel: 65 choques.
Hoy es el portero con tercer valor de mercado del mundo, con 40,2 millones de euros, solo superado por Gianluigi Donnarumma y Unai Simón, otros dos 'parapenaltis'. Ninguno de los dos atajó tres de una tacada.