La Dirección General de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Junta ya ha perfilado el proyecto para reducir los daños que provocan las riadas en Miranda, el cual cuenta con un presupuesto de 4,6 millones de euros financiados a través de los fondos europeos y en el que el Ayuntamiento aportará un 20%. El plan diseñado, que debería estar listo para 2025, abarca actuaciones a lo largo de todo el término municipal, también en el centro. Concretamente, pretenden evitar las inundaciones en el cruce de las calles Arenal y Ronda del Ferrocarril, las que concentran la mayoría de establecimientos afectados cuando el Ebro se desboca.
Desde el organismo dependiente de la Consejería de Medioambiente explican a este periódico que «se construirá un pozo de bombeo en la margen izquierda del río junto al puente de Hierro, que permita bombear en situaciones de emergencia las aguas de lluvia acumuladas en el colector de pluviales procedente de la Ronda del Ferrocarril y que generan inundaciones en el punto bajo del cruce con Arenal».
De esa manera, apuntan que no se anegarán estas «dos vías principales de Miranda» y, si hay una riada, se garantizará «el paso de Bomberos o Protección Civil». Además, el proyecto incluye una «actuación complementaria» para asegurar que este céntrico punto no se inunde, la cual consistirá en «levantar la rasante de ambos viales, eliminando el punto bajo de su intersección».
Las protecciones se repartirán desde la N-I hasta el puente de Hierro. - Foto: ValdivielsoLa actuación también abarca cambios en toda la ribera del Ebro a su paso por la ciudad. Desde la Dirección General de Infraestructuras avanzan que se intervendrá tanto en la margen izquierda como la derecha desde la N-I hasta el puente de Hierro. Esa parte del proyecto valora la colocación de «elementos fijos a situar sobre el terreno con soluciones desmontables, con lo que se conseguirá que la integración paisajista de las obras y el impacto visual» sean óptimos.
Las construcciones estables estarán formadas por «motas con técnicas de bioingeniería, paseos y aceras elevadas respecto a los actuales, algún recrecido de muros existentes y nuevos muros de altura limitada». Eso sí, desde la Junta aclaran que estas intervenciones se ajustarán a los requisitos de accesibilidad peatonal. Para garantizar esta cuestión se crearán «rampas y escaleras que permitirán los flujos circulatorios entre el paseo y las calles paralelas». Por su parte, los elementos móviles consistirán en «paneles sobre las soluciones fijas», que se colocarán cuando el agua supere la altura máxima de estas. Y la cosa no queda ahí, pues también prevén proteger las viviendas y garajes más expuestos con «paneles desmontables» en las puertas.
La red de tuberías, evidentemente, no quedará exenta de cambios. El proyecto establece la instalación de «clapetas antirretorno» y «rejillas de acero» en los desagües de los colectores que evacuan el agua de lluvia al Ebro y al Bayas, así como, nuevas «arquetas de desbaste en varios de ellos». Con esta parte del plan, según explica la Junta, se logrará que las riadas no entren «por retroceso a través de las tuberías y desborde los sumideros».
Defensas en la periferia. Desde la Dirección General de Infraestructuras aclaran que el plan de protección no solo cuidará del centro de Miranda, sino también de su periferia. En el Polideportivo Municipal de Anduva estudian instalar una nueva «mota con técnicas de bioingeniería» en el Ebro y en el Bayas que «discurrirá de forma perimetral al complejo». Un poco más lejos de allí, en Ircio, la Junta avanza que colocarán otras dos elevaciones del terreno en el estribo izquierdo del puente de acceso al polígono para que el agua no llegue ni a la carretera ni a la rotonda. Finalmente, El Lago también quedará resguardado si el Zadorra se desboca, dado que construirá tanto una mota en el lado derecho del río como nuevos muros de hormigón en el lateral de la urbanización para proteger los garajes.