La plata más cara

ÁLVAR ORTEGA / Burgos
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Los equipos burgaleses lucharán de nuevo en la segunda categoría nacional, que cambia de nombre a Primera FEB y aumenta su nivel. El Tizona se estrena mañana ante Palencia y el San Pablo el sábado contra Cantabria

Mo Soluade (Tizona) persigue a Gudmundsson (San Pablo) en el primer derbi burgalés, disputado en la pretemporada. - Foto: Alberto Rodrigo

Con la novedad principal del cambio de imagen y de la introducción de la Copa España en la pretemporada, mañana arranca una nueva edición de la segunda categoría del baloncesto nacional, que pasa de llamarse LEBOro a Primera FEB. Y de nuevo serán dos equipos locales los que participen en ella, como ya sucedió el curso pasado. Burgos será la única ciudad con doble representación: el San Pablo y el Tizona convertirán la ciudad en uno de los escenarios más atractivos de todo el país.

Eso sí, los del Coliseum vuelven a contar con un proyecto mucho más ambicioso que el de su vecino tanto por plantilla como por masa social. Será ya su tercer intento por regresar a la élite, habiendo tropezado en la Final Four en los dos anteriores. Han vuelto a cambiar de entrenador: Bruno Savignani será el quinto en pasar por el club desde el descenso. A sus órdenes tendrá a algunos hombres de confianza con los que coincidió el curso pasado en el Betis (Pablo Almazán o Wembi), a jugadores de talla ACB (Dani Díez o Golomán) y a otros ya asentados en el club (Fischer o Corbalán).

Todos ellos forman un cóctel que en pretemporada ha funcionado: han ganado seis partidos y no han perdido ninguno. Sin embargo, hace un año también se llegó al duelo inaugural con pleno en la preparación y se abrió el curso con derrota. Por ello, el San Pablo no debe confiarse a la hora de recibir el sábado en el Coliseum al Grupo Alega Cantabria (20:00 horas).

Antes jugará el Tizona, que protagonizará mañana uno de los partidos más interesantes de la primera jornada al recibir en El Plantío al Palencia (20:45 horas), uno de los gallitos de la Primera FEB. Un comienzo más que exigente para un club que el año pasado maravilló de la mano de Diego Ocampo y que ahora busca asentarse en la zona del play off con Salva Camps ocupando el hueco del técnico gallego, que se marchó a la ACB tras alcanzar la Final Four con un juego ofensivo y de muchas posesiones que no será tan diferente al que pondrá en práctica su sucesor.

En cuanto a la plantilla, de nuevo repiten la fórmula de las 13 fichas, aunque en realidad son 14 al haber vuelto a firmar a Arnau Parrado, que no jugará en lo que resta de 2024 por una lesión. Sigue la columna vertebral, con Caio Pacheco, Rodrigo Seoane o Ramón Vilà, entre otros, y han llegado fichajes ilusionantes con una mezcla de experiencia en la categoría y talento que todavía debe explotar.

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