Lo que para algunos jóvenes se ha convertido en un pasatiempo, de bastante mal gusto, pueda acabar produciendo un accidente de graves consecuencias. Los vecinos del Casco Histórico Alto llevan tiempo alertando de la presencia de grupos de adolescentes en el Castillo que se dedican a lanzar piedras y otros objetos a los conductores. El último incidente ocurrió el viernes en la calle Eras de San Francisco sobre las 20.50 horas, a la altura del bloque de viviendas que está en construcción.

Amparados en la oscuridad lanzaron una enorme piedra contra un coche en el que ese momento viajaban una madre y sus dos hijos menores. El canto impactó contra el cristal lateral del asiento trasero, en el que iba uno de los menores de 8 años. El susto fue monumental, dado que en un primer momento la conductora no sabía lo que había ocurrido. Su sorpresa fue al estacionar, bajarse del vehículo y comprobar lo sucedido. El habitáculo interior estaba lleno de cristales y el agujero era de grandes dimensiones.

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