La dirección deportiva del Burgos Club de Fútbol ha decidido apostar fuerte e intentar mantener la estructura defensiva que ha tenido el equipo esta temporada. Tras la renovación para esa parcela de Aitor Córdoba y José Matos, y la continuidad asegurada de Raúl Navarro, Michu está negociando con otros jugadores para asegurar su permanencia en el equipo. Es el caso del portero Alfonso, de los centrales Grego Sierra, Míchel Zabaco y del lateral izquierdo Fran García. Además, también está negociando con Unai Elgezabal, centrocampista defensivo que puede actuar de central. A partir de este esqueleto defensivo comenzaría la reconstrucción del equipo, sobre todo en la parcela atacante. Ya está negociando la cesión de Karrikaburu y el fichaje de Alkain, ambos de la Real Sociedad.
La renovación de Julián Calero ha aclarado mucho el panorama. El técnico ya ha anunciado que quiere mantener las señas de identidad que han caracterizado al Burgos esta temporada. Y esas son su fortaleza defensiva, además de su intensidad e implicación. Por este motivo parece lógico intentar retener a los jugadores que han mantenido al equipo en estas tareas defensivas.
El cambio ha sido radical. El plan hace un mes era afrontar la renovación de pocos efectivos. Todo se centraba en convencer a Alfonso, a Aitor Córdoba, un central con gran proyección, y Matos, un lateral izquierdo que ha realizado una gran campaña. En el caso de Grego Sierra, tenía estipulado en su contrato la renovación automática por un determinado número de partidos. Y hasta aquí llegaban las prioridades de Michu. Sin embargo, llegó la renovación de Calero y en el análisis entre director deportivo y entrenador se llegó al convencimiento de que varios efectivos de la actual plantilla podían ser válidos para el siguiente proyecto.
Es el caso, por ejemplo, de Elgezabal, un futbolista clave para Julián Calero y que ya ha manifestado públicamente su disposición a renovar su contrato.
Pero también es el caso, por ejemplo, de Míchel Zabaco. El futbolista burgalés no ha sido indiscutible en el once titular. De hecho solo ha salido desde el inicio en 13 partidos. Sin embargo se valora su enorme regularidad y peso dentro del vestuario, además de su implicación en el proyecto. Consideran que puede encajar perfectamente en esta apuesta por mantener el bloque de centrales.
Y en la ecuación también entra Miguel Rubio, un futbolista que ha crecido mucho esta temporada y que ha acabado siendo titular con Julián Calero. El problema de Miguel Rubio es que ha jugado cedido por el Getafe y habrá que esperar a conocer su situación para la temporada que viene y los planes del club madrileño.
Y por último está Fran García. El lateral izquierdo comenzó alternándose con Matos, pero problemas de lesiones frenaron su continuidad. Tanto Michu como Calero consideran que se trata de un excelente futbolista, complementario con Matos, y apostarían por cerrar su continuidad y tener cubierta esa posición.
Resto de posiciones. En el centro del campo la dirección deportiva también tiene muy claras las ideas. Tiene atados a Andy y Miki Muñoz y espera cerrar en los próximos días la continuidad de Unai Elgezabal. Los tres han sido el pilar en el que se ha sustentado la medular del Burgos. En el caso de Eneko Undabarrena, ya sabe su situación y tendrá que buscarse equipo o pasar gran parte de la temporada en el banquillo.
Diferente es la situación de la delantera, donde el Burgos CF puede sufrir una profunda transformación.
Se da por segura la salida de Juanma García y Claudio Medina, mientras que con Guillermo se podría negociar pero a la baja.
Filip Malbasic tiene contrato pero conoce los planes del club y podría cambiar de aires si le surge una oferta mejor.
También está Saúl Berjón. El asturiano ya estuvo a punto de salir en el mercado de invierno y habrá que esperar a ver si llegan ofertas por él.
Por último, Pablo Valcarce tiene un año más de contrato. Sin embargo tendría ofertas mejores económicamente y podría cambiar de aires. En ese caso, el Burgos recibiría una compensación económica.