Tras muchos años de inacción, la Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de Burgos parece decidida a corregir la pésima imagen del aparcamiento subterráneo de la plaza España. El edil responsable de esta área, Ángel Manzanedo, detalla que se va a actuar por dos vías ya que es necesario, por un lado, requerir a la concesionaria, como ya se ha hecho, que asuma sus obligaciones en las tareas de mantenimiento de la dotación y, por otra parte, analizar en profundidad las patologías más severas y que tienen que ver con la aparición de filtraciones y otros defectos más profundos.
Manzanedo detalla que un arquitecto de la Concejalía de Patrimonio va a realizar un informe sobre la situación del aparcamiento, en el que se analizará el origen del deterioro de la instalación y lo que es más importante, las patologías actuales, la responsabilidad que tienen respecto a su arreglo cada una de las partes y una estimación del desembolso que tendría que realizar el Ayuntamiento para dejar el párking de plaza Vega en condiciones óptimas. Se sospecha que la factura puede ser millonaria, pero se reconoce que la pasividad lo único que puede hacer es aplazar e incluso agravar el problema.
A la concesionaria ya se le han traslado algunas reparaciones que debe realizar y sobre las que en el Ayuntamiento entienden que no hay lugar para la discusión sobre su responsabilidad. Es el caso, por ejemplo, de las rampas de entrada y de salida del aparcamiento, donde el pavimento está levantado en diferentes puntos.
Las páginas de este periódico ya trasladaron hace unos meses la pésima imagen de un aparcamiento en el que nada más entrar a pie por las escaleras más próximas a la calle Madrid lo que se encuentra quien las sube o las baja es un desprendimiento de una parte del falso techo y la amenaza de que el resto se venga abajo en cualquier momento.
Ya en las plantas del párking lo que se observan son paredes descascarilladas, una iluminación deficiente e incluso agujeros en uno de los muros en los que se aprecian directamente las bajantes. Eso, por no hablar de que los puntos de recarga para los vehículos eléctricos estaban inutilizables y tapados con cajas de cartón y no se podía aparcar en esas plazas.
La situación no parece de fácil solución ya que la sensación en este momento es que el Ayuntamiento y la concesionaria manejan un relato distinto de cómo se ha llegado hasta esta situación.
Plaza España. Algo mejor están las cosas en el aparcamiento de la plaza España donde, una vez terminada el contrato de concesión de las plazas en rotación, la gestión debe regresar a manos del Ayuntamiento. En este caso, la empresa sí ha realizado algunos de los trabajos que se le han requerido pero no la totalidad.
En la Concejalía de Patrimonio explican que se detallará en una liquidación los trabajos que restan (para luego girar el correspondiente recibo a la empresa) y a partir de ahí comenzarán a mover la tramitación para que la gestión del aparcamiento la asuma ProBurgos.
Manzanedo, no obstante, prefiere no aventurar plazos sobre el momento del traspaso.