El Mirandés se volvió a aprovechar de los problemas que está teniendo el Burgos CF esta campaña en la estrategia defensiva, sobre todo en los partidos que juega lejos de El Plantío. Alessio Lisci, entrenador del Mirandés señaló que a lo largo de la semana su equipo estuvo insistiendo en este aspecto del juego porque entendían que podía sacar partido.
La estadística dice que doce de los goles que el Burgos ha recibido fuera de casa le han llegado a balón parado. Lo cierto es que en las tres últimas salidas, Huesca, Villarreal B y Mirandés, sus rivales han marcado en estrategia. El conjunto oscense marcó el primero en un saque de esquina en el que ni Caro ni la defensa estuvieron contundentes, los dos tantos del filial castellonense llegaron en sendas jugadas a balón parado, mientras que el domingo en el derbi Carlos Martín hizo el 2-1 en un saque de esquina que remató en el área pequeña. También el penalti que supone el 1-1 tiene su origen en un córner.
El propio Jon Pérez Bolo, entrenador del conjunto burgalesista, asume que su equipo no está fino en esta tarea del juego. Ya se refirió a ello en el choque contra el Villarreal B e hizo hincapié que no podían perder ante un filial en este tipo de acciones. También el domingo reconoció que ninguna de las dos acciones que acabaron con gol para el Mirandés estuvieron bien defendidas.
La paradoja es que es también un equipo que hace daño en el área contraria en este tipo de jugadas, por lo que se supone que debería ser más fiable en la propia.