La inmensa mayoría de los grandes proyectos suelen ir encareciéndose conforme avanza el tiempo, y la obra impulsada por la Fundación Caja de Burgos en la Casa de las Cadenas de Miranda no ha sido menos. Si bien es cierto que, en un primer momento, la entidad trasladó alAyuntamiento un diseño de los trabajos valorado en algo más de 3,5 millones de euros, poco después llegó a anunciar que la iniciativa elevaría su coste en 500.000 euros y, ahora, prevé que la cuantía volverá a crecer hasta alcanzar «fácilmente» los cinco millones de euros. Al menos esas cifras maneja el director general, Rafael Barbero, según ha recogido la oficina municipal de promoción económica, Miranda Empresas, en una de sus publicaciones audiovisuales.
El propio Barbero reconoce en ese mismo documento que para impulsar la rehabilitación de este edificio han necesitado«casi dos años de desarrollo administrativo», un trabajo previo que «va a ser más largo que lo que van a durar las obras» propiamente dichas. No parece que vaya desencaminado, puesto que las labores sobre el terreno, realizadas por la firma local Ojembarrena, avanzan con paso firme.
Desde que las máquinas empezaron a funcionar a mediados de este verano, la empresa constructora ya ha derribado los edificios situados en la calle San Llorente y que lindaban con el histórico bloque. Además, ha tumbado una parte del muro exterior, ha vaciado todo el patio y también ha retirado el tejado del inmueble principal para sustituirlo, porque el paso del tiempo había terminado dañando buena parte de la cubierta.
Pese a que ya se han completado bastantes pasos de las obras de rehabilitación de la Casa de las Cadenas, todavía falta mucho camino por recorrer. Inicialmente, el objetivo de la FundaciónCaja de Burgos pasaba por completar los trabajos para la primera mitad de 2025, aunque en la actualidad el plazo que se maneja se ha pospuesto hasta finales de ese mismo año. Será entonces cuando, como dice Barbero en la conferencia de la que se ha hecho eco Miranda Empresas, la entidad podrá tener «un centro» que permita «ampliar de forma sustancial» su «presencia» en la ciudad del Ebro, donde desarrollará sus «líneas de actividad tanto en la parte social como en la económica». Todo ello, además, «en un entorno que quizá necesita cierto apoyo, como es el CascoViejo», según comenta el director general de esta organización.
En el momento en que hayan concluido estas ambiciosas obras, donde antes se encontraban los tres bloques ahora derruidos habrá un solo edificio. En la planta baja de esa construcción, la Fundación Caja de Burgos desea habilitar un auditorio con capacidad para más de 270 espectadores, así como, una zona de cien metros cuadrados para actividades relacionadas con el medioambiente. Por su parte, el primer piso albergará una amplia sala polivalente, mientras que a esa altura, pero dentro del inmueble histórico se crearán una serie de estancias libres para diferentes temáticas. Finalmente, la última altura del nuevo espacio contará con zonas de coworking, un pequeño gimnasio e incluso un mirador con vistas al río Ebro, que ocupará el punto más elevado de todo el proyecto.
En cualquier caso, las modificaciones que se pretenden completar con estos trabajos no variarán el aspecto de la fachada principal de la Casa de las Cadenas, un recinto que data del siglo XVI y que ha sido testigo del paso de personajes tan ilustres como la esposa del rey francés Luis XIV, José Bonaparte o incluso Fernando VII.