La N-I se cobra este año una de cada tres muertes registradas en las carreteras burgalesas

I. Elices / Burgos
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Cifras. De los 17 fallecidos en accidente de tráfico en 2012, cinco perecieron en la Nacional que une la capital con Miranda

En Briviesca murió un agricultor jubilado de Vallarta. - Foto: DB

Mucho se tienen que torcer las cosas para que el año 2012 no registre un récord positivo en las cifras de siniestralidad vial. Hasta la fecha, las carreteras de la provincia se han cobrado 17 vidas, cuando en 2011 el número de fallecidos fue de 33 (el mejor ejercicio de la historia desde que la Dirección General de Tráfico elabora sus estadísticas). A pesar de ello, hay cosas que no cambian. Una tercera parte de las víctimas mortales -cinco- perecieron en la N-I, lo cual sitúa a esta vía como la más peligrosa de Burgos. La siguiente carretera con más muertos este año es la AP-1, donde se han contabilizado un total de tres.

Nerea Blázquez Muñoz, de 29 años y vecina del barrio de Gamonal (Francisco Grandmontagne), es el quinto nombre que aparece este año en la lista negra de fallecidos que acumula la Nacional que une la capital burgalesa con Vitoria.

Ha habido años peores, para empezar, el anterior, cuando hubo que lamentar ocho víctimas mortales. En 2006 perecían un total de 12 personas. En el siguiente, la cifra bajaba hasta siete, y en 2008 se registró el mejor dato de la historia, con tan solo tres fallecidos. En 2009 hubo que lamentar seis, y en 2010, cuatro, todos ellos en el mismo accidente, ocurrido en Quintanapalla el 18 de agosto de 2010. Se trataba de una familia portuguesa que viajaba desde Francia hacia su país de origen para pasar las vacaciones estivales. Pero también hay que recordar que en estos años la cifra total de muertos en la provincia fue muy superior: en 2008, 42; en 2009, 43; en 2010, 35, y en 2007, 34.

Todos los siniestros son dolorosos, pero de los cuatro con víctimas mortales registrados en lo que va de 2012, el ocurrido el 17 de agosto es especialmente lamentable por el lugar donde se produjo, el tristemente famoso cruce de El Vallés, un lugar donde se han producido decenas de accidentes con víctimas desde que se estrenó la Nacional. Vecinos de los pueblos situados junto a la carretera y políticos llevan lustros demandando que se elimine esta intersección a nivel, a fin de reducir el riesgo de colisión. El Foro de la N-I -constituido por ayuntamientos- ha hecho referencia expresa a este punto negro en infinidad de ocasiones y la plataforma vecinal ha exigido su remodelación desde tiempos inmemoriales. Por fortuna, las obras se están acometiendo para dar más seguridad a este punto negro. Ese día, moría un matrimonio vasco que volvía hacia Guipúzcoa. Cuando iban a cruzar la Nacional para acceder al pueblo, el conductor no vio cómo se acercaba un camión y acabó bajo sus ruedas. El hombre y la mujer, José Domínguez y Aurora González, morían en el acto.

Pero también resulta angustioso lamentar una muerte en un lugar de la carretera que ya debería estar modificado. Nerea Blázquez se estrelló el lunes contra un camión en el kilómetro 252, frente a Rubena. Pues bien, el Ministerio de Fomento, según recuerda el portavoz de la Plataforma de la N-I, Rafael Solaguren, aprobó el proyecto de reforma del tramo que conecta Rubena con Fresno de Rodilla en el año 2005. Es decir, hay proyecto de ejecución, pero no se ha destinado ni un solo euro a su construcción. Bueno sí, para 2012 hay presupuestados 5.000 euros.

En junio se producía el primer muerto de la N-I de 2012. Un joven rumano de 22 años colisionó con un muro de la autopista en la zona conocida como La Brujulilla. Y en agosto, un agricultor jubilado de Vallarta, Elías Barrasa, fallecía tras chocar contra otro vehículo en el kilómetro 281, frente a Briviesca.