El Burgos no gana para disgustos

ROBERTO MENA / Burgos
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Las últimas semanas han supuesto un calvario para un equipo que ha tenido que hacer frente a duros golpes. El peor, la grave lesión de Kévin Appin; el último, la dolorosa derrota ante el Mirandés

Las lesiones de Curro Sánchez, Appin y Sancris, el empate ante el Granada y la derrota en el derbi contra el Mirandés han sido unos duros golpes para el Burgos en las últimas semanas. - Foto: DB

Al Burgos CF le está costando digerir el mes de octubre.Se está haciendo duro para los blanquinegros, que cada poco tienen que sacar un palo de entre sus ruedas. Ya acabó mal septiembre con esa lesión de Curro Sánchez, que provocó que el jugador franquicia de la escuadra burgalesista se perdiera dos encuentros -Granada y Almería-  y que reapareciera en el derbi, pero sin estar al cien por cien de sus capacidades. Advertía Jon Pérez Bolo, entrenador del conjunto burgalés, cuando todo eran sonrisas y halagos, que había  que estar preparados para las vacas flacas, para mantener la unidad cuando llegarán mal dadas.  Lo peor es que los golpes han venido de repente, han sido muy seguidos y cuando el Burgos ha querido levantarse ha recibido otro.

El empate ante el Granada fue un mal menor, aunque cortó la racha positiva y volvió a evidenciar problemas en la contención. Lo peor estaba por llegar y en Almería el Burgos vivió la cara más amarga del deporte. Kévin Appin se lesionaba de gravedad. Las pruebas confirmaron que tenía roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla, por lo que el de Martinica decía adiós a la temporada de forma prematura y traumática.

El vestuario se quedó tocado en el ámbito personal, ya que el centrocampista de origen francés es un jugador muy querido en el grupo, aunque en lo deportivo suponía también otro varapalo importante. Appin era uno de los fijos, un elemento diferencial y un futbolista con unas características que nadie en la plantilla tiene, por lo que, como señaló Bolo, el equipo se quedaba cojo en esa posición.

A lo anterior hubo que añadir un problema muscular de Álex Sancris, el jugador más determinante en el inicio de campaña, el que más influencia había tenido en el juego ofensivo blanquinegro.

Por añadidura, en Almería llegó también la derrota, la segunda de la temporada.Aunque lo que dolió al cuadro castellano fue cómo se produjo. El Burgos jugó durante 65 minutos con un futbolista más por la expulsión de Arribas, aunque no supo aprovecharla, por lo que acabó frustrado además de cabreado.

El derbi estaba en el horizonte. Sancris y Appin eran bajas seguras y quedaba por comprobar si Curro estaba recuperado a tiempo. El andaluz estuvo en la convocatoria, pero no en el once.Su tobillo estaba curado, pero el jugador no se encontraba al cien por cien después de más de dos semanas fuera del grupo.

El Burgos comenzó el partido ante el Mirandés mermado en su potencial ofensivo. Bolo tiró de Curro en la segunda mitad y los blanqui- negros pudieron adelantarse en el marcador, pero Íñigo Córdoba no estuvo inspirado. Otro error en área propia permitió el 0-1 y provocó la derrota de los locales, la tercera de la temporada y la segunda en casa.

Al Burgos no le queda otra que levantarse, recomponerse y regresar a su mejor nivel. La semana se hará larga y es que hasta el lunes 21 no jugará ante el Albacete.