Sotillo de la Ribera tomó ayer las calles para protestar frente a un confinamiento que consideran "excesivo" e incluso "abusivo" y para volver a reclamar un médico titular y una sanidad pública de calidad. Casi 150 vecinos se dieron cita ayer junto a la iglesia del pueblo para iniciar una manifestación marcada por la indignación ante las distintas administraciones (Consejería de Sanidad, Subdelegación del Gobierno...) y que recorrió la recién cortada carretera, la BU-130. Fue precisamente el cierre de dicha vía, que representa la salida hacia Burgos, la gota que colmó el vaso y acabó con la paciencia de los lugareños. Este viernes, por sorpresa, como afirman desde el propio Ayuntamiento de Sotillo, la localidad vio cómo la citada calzada amanecía cerrada por una barrera colocada por la Guardia Civil. Viendo cómo estaban transcurriendo los hechos, Covi, una vecina, empezó a difundir por WhatsApp y otras redes sociales la idea de hacer una manifestación. La propuesta fue todo un éxito y en menos de 24 horas la movilización era una realidad.
"Confinamiento, de acuerdo, pero también médico". "¡Sanidad pública digna ya!". "No somos ciudadanos de segunda". "Somos niños, no adultos, necesitamos pediatra". "Las mujeres rurales también necesitamos matrona". Todos estos eran los mensajes que se podían leer en las pancartas de una manifestación que comenzó con un silencio únicamente roto por las caceroladas, los silbatos y las palmas. Poco a poco, los vecinos iban subiendo el tono narrando lo que ven injusto de la situación. Un hombre contaba cómo la Guardia Civil había multado a su hijo de "malas formas" cuando este volvía del instituto. "Nos son todos los guardias, pero algunos tienen una actitud que deja mucho que desear", apostillaba. Otra vecina recordaba cómo antes de tener el médico del que han disfrutado este verano, a veces se pasaba la mañana entera llamando al centro de salud de Roa sin tener respuesta. "Ahora sin médico del pueblo vamos a volver a eso", lamentaba.
Al llegar a la barrera que corta la carretera a Burgos, las protestas alcanzaron su punto álgido con algunos vítores e impulsos de quitar las vallas que los más cívicos dejaron en nada. Dos de los vecinos comentaban que el bloqueo causa grandes estragos a los residentes de Sotillo y de otros pueblos cercanos. Se quejaban de que les obliga a dar rodeos de más de 20 kilómetros. En este sentido, el alcalde de Sotillo, Manuel Callejo, afirmaba que el Ayuntamiento está "en desacuerdo con el cierre de la carretera porque es una vía muy importante para Sotillo y toda la comarca, porque conecta con Burgos".
El regidor también afeaba a la Subdelegación del Gobierno que el cierre se haya realizado sin previo aviso y adelantaba que ya se había puesto en contacto con el subdelegado para pedir que el corte se retire y en su defecto se coloque en la salida a La Horra, una vía menos concurrida. En principio, según el alcalde, la subdelegación habría accedido a este cambio. Callejo también cuenta que la justificación dada por subdelegación sería la falta de efectivos policiales para controlar todas las salidas, pero no le convence porque "eso ha pasado en todos los confinamientos".
Por su parte, muchos vecinos rechazaban la explicación de la Subdelegación declarando que las patrullas "se colocan en el mismo sitio donde están las vallas". El descontento en Sotillo es general y ayer se evidenció en una manifestación que sobre todo se quejaba porque "hemos pedido médicos y nos han enviado policías".