El Arzobispado de Burgos intenta revertir la situación generada por la comunidad de religiosas clarisas de Belorado y Orduña (Vizcaya) tras su anuncio de abandonar la Iglesia católica para pasar a la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, y la llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019.
Fuentes del Arzobispado han explicado a EFE que trabajan para que el cisma, delito que recoge el Código de Derecho Canónico y que podría acabar en excomunión, se quede en una tentativa, y es el propio arzobispo, Mario Iceta, quien está implicado en conseguir esa reversión, aunque todavía no habría conseguido hablar con la abadesa, sor Isabel de la Trinidad.
Han indicado igualmente que no van a abrir un expediente de excomunión a las religiosas basado en las imágenes que una página web de reciente creación, vinculada supuestamente a la comunidad de clarisas y en la que desde este lunes se han ido publicando documentos relativos a su decisión, muestran una misa oficiada por ajenos a la Iglesia católica.
Desde el Arzobispado han afirmado no tener confirmación de que las imágenes hayan sido tomadas en la iglesia del monasterio, que los vecinos de Belorado se encontraron cerrada este lunes por la tarde cuando asistieron, como de costumbre, a la misa de 18:00 h, que de celebrarse no se hizo abierta al público.
Tampoco saben si realmente todas las monjas que forman la comunidad, con un total de dieciséis religiosas, apoyan la postura anunciada por la abadesa, que firma tanto la carta como el manifiesto católico con el que ayer se anunció su intención de abandonar la Iglesia católica, y dice hacerlo en nombre de todas las hermanas.
En la página web, distinta a las dos oficiales del Monasterio de las Clarisas y del obrador, en la que venden los chocolates, bombones y trufas que les han hecho famosas tras su paso por Madrid Fusión, se han colgado tanto el manifiesto católico como la carta que lo acompaña, y la solicitud de tutela a Pablo de Rojas.
Una buena relación, que quieren mantener. Mientras, las religiosas siguen guardando silencio, con el monasterio cerrado en los espacios que habitualmente estaban abiertos al público (iglesia para actos religiosos y despacho de obrador), y el alcalde de Belorado, Álvaro Eguíluz, ha indicado a EFE que espera mantener la buena relación que la localidad tiene con ellas, independientemente de lo que ocurra con su situación religiosa.
"Siempre hemos mantenido una buena relación porque las monjas son las mejores embajadoras de Belorado y están en un monasterio junto al Camino de Santiago que es famoso por su repostería, sobre todo por el chocolate, y en su iglesia se celebran algunos actos relevantes para el pueblo, como la Misa del Gallo o la celebración en septiembre del Día Internacional del Chocolate", ha afirmado.