No está siendo un inicio de Navidad tranquilo el que están viviendo los vecinos de Covarrubias. La noche del miércoles al jueves de la semana pasada un grupo de ladrones -al menos dos según las cámaras de vidodevigilancia- reventaron la puerta del bar El Pozo y del hotel Nuevo Arlanza, en plena Plaza Mayor, y separados por pocos metros. Del interior del local de hostelería se llevaron el dinero que sus dueños guardaban de la recaudación de la lotería del día 22 y el que almacenaba la tragaperras.
Un golpe certero -pero a conciencia y con completo conocimiento- fulminó la cerradura tanto de la entrada como de la máquina de juego, lo que invita a pensar que las personas que actuaron sabían lo que hacían y cómo hacerlo. En el resto del establecimiento no hicieron más estragos que revolver un poco. En el caso del hotel, cerrado desde hace semanas ya que se trata de un establecimiento que funciona por temporadas, apenas pudieron rascar botín alguno.
Los dueños de El Pozo se dieron cuenta del suceso cuando acudieron a primera hora del jueves a su negocio para abrir la persiana. Esa jornada no pudieron servir pinchos ni poner cafés, ya que se la pasaron entre visita y visita de numerosos efectivos de la Guardia Civil, que dieron fe de los estragos que causaron los ladrones y revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en el local.
Unas similares en el hotel también captaron a las personas que forzaron su puerta, aunque al estar ocultos con gorros, guantes o ropa de invierno su identificación será algo más costosa. Los dos robos, que permanecen en investigación, podrían haber sido más. Y es que, esa misma noche, muy probablemente los mismos autores trataron de acceder tanto al estanco como a otro bar situado en las inmediaciones de El Pozo y el Nuevo Arlanza. Sus esfuerzos para acceder al interior de ambos negocios, sin embargo, fue en balde, ya que aunque las puertas presentaban algún que otro daño, los individuos no pudieron entrar.
Intranquilidad vecinal. Sin más noticias sobre posibles intentonas de sustracción en los últimos días, ni entre negocios ni en domicilios particulares, algunos vecinos no obstante siguen preocupados. Desde el jueves hasta ayer lunes han sido varias las llamadas a la casa cuartel situada en Covarrubias alertando de individuos en actitud sospechosa.
Los agentes de la Benemérita continúan vigilando el pueblo y los de la comarca, máxime en unas fechas en las que la población de la villa rachela crece de forma considerable al reunirse las familias y los amigos en torno a las fiestas de la Navidad.