La Dirección del instituto Diego de Siloé lleva años advirtiendo de la falta de espacios en el centro, lo que ha obligado a prescindir de servicios como laboratorios o talleres para reconvertirlos en aulas que puedan acoger a los más de 700 alumnos con los que cuenta en la actualidad. La esperanza llegó en marzo de 2023, cuando la Consejería de Educación adjudicó la redacción del proyecto, si bien desde entonces nada más se ha sabido al respecto, salvo la promesa del departamento que dirige Rocío Lucas de licitar las obras este año. A falta de poco más de un mes para que acabe 2024 y ante la falta de noticias, ahora es la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del centro la que urge el inicio de las mismas a la «mayor brevedad posible».
Las familias consideran que el futuro edificio resulta «imprescindible» para el desarrollo con «normalidad» de la actividad docente con el fin de que se puedan redistribuir espacios y crear otros para nuevos fines, como salas de usos múltiples, pistas deportivas, almacenes o despachos, además de recuperar aquellos que se han ido perdiendo en las sucesivas remodelaciones ejecutadas y que valoran como «muy necesarios» para la formación de los estudiantes.
«El espacio se encuentra muy limitado en casi todas las aulas, que no presentan las condiciones necesarias para mantener unos mínimos de calidad educativa», denuncia la Ampa, al tiempo que pone el foco en otras carencias que no se han solucionado como la ampliación de los aseos, tanto para el alumnado como para el personal de instituto, y la adopción de medidas de accesibilidad. Por todo ello, sostiene que «se ha llegado a un punto en el que es imprescindible acometer las obras», máxime con el crecimiento de población que está experimentando la zona sur y que hace prevé más incrementos de matrícula en el futuro.
El malestar entre los miembros de la asociación por esta tardanza queda patente después de llevar «mucho tiempo» confiando en la llegada de una mejora de las instalaciones «que nunca se hace efectiva», subraya Silvia Palacios, presidenta de la entidad, quien lamenta, además, que carecen de información alguna sobre la marcha del proyecto. En este sentido, exige que se aporten fechas, «algo concreto», que permita arrojar luz a sus reiteradas reivindicaciones.
Últimos pasos. Por el momento, quiere hacer público ese malestar, sin descartar adoptar otras medidas para que sus demandas sean atendidas. De lo que sí que tienen constancia es de que el proyecto ya está terminado y se «está tramitando la licencia de obras en el Ayuntamiento». En cuanto a los pasos dados por la Consejería de Educación, su último pronunciamiento al respecto pasaba por licitar los trabajos este año e iniciar las obras «ya empezado 2025», algo que se torna difícil de cumplir dadas las fechas del calendario, con el objetivo de ponerlo en marcha en 2026.
De igual forma, el borrador de presupuestos de la Junta de Castilla y León solo contempla una partida de 500.000 euros para el próximo año de una inversión que suma en su conjunto 11,5 millones de euros. Sobre este asunto, fuentes del departamento regional aseguran que «la Ley de Hacienda de la Comunidad permite realizar modificaciones de crédito en estos supuestos utilizando crédito disponible en otras partidas que no se encuentran provincializadas». El proyecto contempla la construcción de un edificio junto al actual, con el que estará conectado, en el que se distribuirán hasta 32 aulas.