La Merindad de Sotoscueva es un enclave natural de gran belleza, donde los montes de Somo, la parte burgalesa de la Cordillera Cantábrica, forman el límite con la vecina comunidad de Cantabria. Veintiséis pueblos se reparten en su territorio y en cada uno de ellos viven unos pocos vecinos. Pese a las dificultades que supone gestionar un extenso municipio con tantas poblaciones, el Ayuntamiento que preside José Luis Azcona (PP) desde el año 2007 trabaja con la mirada puesta en el futuro, en la mejora de la calidad de vida de sus vecinos y en potenciar el turismo que puede ser una de las fórmulas para revitalizar este municipio.
Decir Merindad de Sotoscueva y Ojo Guareña es todo uno. El complejo kárstico, que ya suma 110 kilómetros de cavidades topografiadas por el Grupo Espeleológico Edelweiss y es uno de los más importantes de Europa conllevó la declaración en 1996 del Monumento Natural de Ojo Guareña. Este espacio protegido ofrece al visitante la cueva y ermita rupestre de San Bernabé, un enclave de gran belleza y que desde hace varios siglos ha sido el lugar de reunión de los vecinos.
En 2011 un total de 25.148 turistas han entrado en San Bernabé, pero también han tenido la oportunidad de recorrer uno de los diez senderos del espacio natural, conocer la Casa del Parque de Ojo Guareña, ubicada en Quintanilla del Rebollar, o acercarse al nuevo Museo Etnográfico abierto en diciembre de 2010 por el Ayuntamiento. Alargar la visita de los turistas con nuevos atractivos siempre ha estado en el pensamiento del equipo de gobierno, que realizó una inversión de 400.000 euros para rehabilitar la antigua casa de las Siete Juntas de Sotoscueva y dotarla de contenido museológico.
Los antiguos oficios, costumbres o fiestas y los cambios en la distribución administrativa que ha ido sufriendo el municipio son algunas de las claves que desvela este museo ubicado en Quintanilla-Sotoscueva. Pero para el alcalde de la Merindad aún queda un fleco pendiente y lo que considera «una prioridad». Se trata de la anunciada apertura de Cueva Palomera.
Con un recorrido de hasta 3 kilómetros, esta cueva que reúne importantes valores arqueológicos y paleontológicos, permitiría a los turistas descubrir la verdadera belleza del karst que ahora apenas atisban en los 400 metros de la cueva de San Bernabé. El proyecto de la Junta de Castilla y León para adaptarla a los visitantes ha tardado varios años en concretarse y ahora está pendiente de dotación económica, aunque el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, anunció el pasado agosto su próxima adecuación. Su coste es de 460.000 euros.
Pero, además, Silván anunció que la Junta de Castilla y León va a solicitar al Ministerio de Medio Ambiente que declare Ojo Guareña como el primer parque nacional subterráneo. Todo ello podría conllevar una mayor actividad para los seis alojamientos de turismo rural del municipio.
Dotaciones municipales
En el ámbito de las infraestructuras, el Ayuntamiento logró acabar con la falta de cobertura de telefonía móvil y de internet hace solo tres años con la inversión de 125.000 euros en las instalaciones ubicadas en Retuerta y Pico del Cuerno. «Nos costó un triunfo convencer a las operadoras para que ofrecieran sus servicios, porque ante la falta de población lo consideraban poco rentable», recuerda Azcona, quien lleva dos décadas en el equipo de gobierno. En este tiempo y con ayuda de las subvenciones de espacios naturales, ahora drásticamente recortadas, el municipio ha rehabilitado antiguas escuelas y otras edificaciones como centros de usos múltiples, boleras o molinos.
A principios de año saldrán a concurso las obras para rehabilitar la escuela de Hornillalastra y el equipo de gobierno seguirá trabajando en busca de fondos para adecuar la antigua casa del secretario en Cornejo, donde quiere habilitar una biblioteca y espacios para asociaciones y pedanías.