El Ayuntamiento de Cubo de Bureba transformará la zona trasera de La Báscula -junto al campo de futbito- en un aparcamiento para caravanas. El proyecto contempla los trabajos de reordenación e instalación de los servicios necesarios para que los viajeros puedan, además de estacionar, vaciar los tanques de aguas grises y negras que requieren de un espacio físico debidamente habilitado para este uso. El regidor del municipio, Roberto Cabezón, indica que en un principio «el espacio se preparará para cuatro o cinco vehículos pero que, en caso de que crezca la demanda, habrá posibilidad de aumentarlo».

La presencia de autocaravanas cada vez es más notable en las localidades tanto de costa como de interior y no solo en la temporada estival sino también en invierno. Cubo cuenta con una privilegiada situación entre Burgos y Miranda de Ebro, con el paso de la N-I por sus inmediaciones. Así, una cantidad importante de viajeros que dirigen su ruta hacia Cantabria o Las Merindades deja a un lado de la carretera al municipio burebano. «La intención es que estos turistas dispongan de un área para que puedan descansar y conocer también el pueblo», añade el primer edil.

Igualmente, el Ayuntamiento apuesta por el turismo y pretende ensalzar su cultura, según el alcalde «desconocida» incluso por la mayoría de burebanos. Para ello, el equipo de gobierno local trabaja en el desarrollo de un proyecto que dará a conocer una serie de hitos que forman parte de la historia de la localidad. El trabajo en sí consiste en dotar a cada uno de los atractivos de paneles informativos que incorporarán un código QR y que con el teléfono móvil permitirá a los interesados ampliar la información con audioguías.

Entre los puntos destacados se encuentra un almendro centenario, cuya edad supera los 300 años y desde donde se puede observar el emplazamiento que ocupaba un asentamiento romano; la vivienda en la que Napoleón Bonaparte planificó e inició su campaña bélica contra Burgos, el busto del general Fidel Alonso de Santocildes, nacido en el municipio y que viajó hasta Cuba. También se señalizará el punto donde el poeta Manuel Altolaguirre Bolín y su esposa perdieron la vida en un accidente, el busto del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente debido a la unión que tenía con Cubo y su caza, el Pozo Las Pilas o la Fuente Genaro.

El municipio burebano no dispone de alojamientos y hasta ahora el número de visitantes que acude a conocerle es más bien bajo. Sin embargo, «potenciando nuestra historia llamaremos la atención de curiosos que quieran saber más», afirma Roberto Cabezón. «Se trata de un lugar idóneo para descansar -en caso de tener casa con ruedas- o hacer una visita de un par de horas», expone.

Para que los foráneos se ubiquen existe un punto de información turística virtual que se pondrá en marcha una vez se añada el contenido y también se instalarán dos planos en las calles del pueblo. Todo lo que implica el proyecto cuenta con una ayuda de 9.277 euros concedida por la Asociación para el Desarrollo Comarcal Bureba (Adeco Bureba).

Los vecinos podrán ir al súper a partir de verano. Las obras de construcción de una fábrica de embutidos y un pequeño supermercado en Cubo permanecen paradas desde algunos días ya que la empresa encargada de acometer los trabajos está teniendo dificultades para adquirir parte del material necesario para proseguir con las labores como consecuencia del cierre de factorías por la crisis sanitaria del coronavirus. Aún así, el futuro empresario, Roberto Cabezón, resta importancia al asunto y asegura que el negocio «abrirá en verano, concretamente en junio, tal y como se habían establecido los tiempos». Algunas de las piezas y parte del instrumental de construcción no pueden suministrarse y por ello los trabajos se encuentran «a medio gas».

Al tratarse de una empresa destinada a la alimentación y a la venta de productos de primera necesidad, el emprendedor considera que no tendrá problemas de apertura. La tienda de ultramarinos desapareció en el municipio hace dos años y pensando en sus vecinos, el joven emprendedor dio el gran paso. En un principio, tan solo barajaba la alternativa de fábrica pero, consciente de que actualmente en Cubo residen 80 personas de continuo, se dio cuenta de que el servicio se necesitaba. «Ya no será imprescindible que los vecinos de esta y de localidades cercanas tengan que recorrer distancias más largas para ir a comprar», expone. El horario de apertura del local se establecerá por las mañanas de lunes a domingo y las tardes del viernes.

Una de las características más atípicas del pueblo con respecto a los de la mayoría de la comarca es que un elevado porcentaje de ciudadanos corresponde a gente joven y de edad media.