La subida de la luz eleva el interés por las placas solares

H.J.
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Casi 300 instalaciones han sido autorizadas en la provincia desde 2017 y la tendencia no para de crecer, tanto en empresas como en suministros individuales, que cuestan a partir de los 6.000 euros

Instalación recién concluida en una vivienda de Lerma. - Foto: Valdivielso

Ya era una tendencia imparable en los últimos años y con las nuevas tarifas eléctricas se está incrementando todavía más. El interés por el autoconsumo solar, una de las alternativas más eficaces a los contratos convencionales, se está multiplicando en las últimas semanas y lo notan en las empresas burgalesas del sector.

Según datos de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, desde el año 2017 en adelante se han registrado alrededor de 270 instalaciones, que hasta ese momento «eran prácticamente anecdóticas» por el efecto desincentivadora de la normativa existente al respecto. Ahora «el número de solicitudes sigue con una línea ascendente en los últimos meses y años».

El revuelo generado por la subida de la luz y la implantación de tramos horarios con distintas tarifas no solo ha provocado infinidad de bromas sobre lavadoras a altas horas de la madrugada o planchas concentradas en los fines de semana. También ha llevado a particulares y empresas a preguntar cada vez más a los expertos.

Así lo explican en Burgosolar, una empresa creada hace poco más de un año por Héctor Palomo y otro socio. Ambos eran ya veteranos del sector de las renovables y, tras mucho tiempo trabajando por cuenta ajena, decidieron emprender por su cuenta en mitad de una pandemia apostando por un negocio del que están convencidos que tiene futuro.

«El mayor interés en nuestro caso viene del pequeño cliente, de las familias o pequeñas empresas que tratan de ahorrar en su factura y que también tienen una conciencia de cuidado del medio ambiente», explica Palomo.

Es el caso de José Luis Gutiérrez Pérez, que acaba de terminar la instalación en su casa de Lerma esta misma semana. «Yo tengo la casa 100% eléctrica desde hace 21 años y en su día la construí con la calificación energética máxima, está bien aislada pero no tiene nada que ver con las técnicas de construcción de ahora», relata.

Su vivienda tiene suelo radiante y los inviernos le dispara la factura. Ha ido acometiendo pequeños ahorros como sustituir las bombillas por led, pero no es suficiente y por eso se decidió por las placas solares.

«Espero ahorrar todo lo que pueda en la factura, sé que no voy a tener el 100% y menos en invierno, pero si llego al 40, 50 o 60% pues ya será bastante». Su objetivo temporal, relata, es amortizar lo invertido en 5 o 6 años. «¡Pero ojalá fuera antes!», exclama.

Para instalar unas placas de autoconsumo hay que superar unas semanas o meses de consultas sobre instalaciones, encargo de documentación, compra de los equipos, tramitación de los permisos e instalación de los mismos. La burocracia ante la administración no es complicada, aseguran los implicados, y resulta ágil. Más problemas pueden surgir con las compañías eléctricas suministradoras, aunque eso dependerá de la que tenga contratada cada cliente.

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