El acuerdo a cuatro bandas entre la Diputación, la Junta de Castilla y León, los ayuntamientos y las parroquias para destinar medio millón de euros a siete iglesias declaradas Bien de Interés Cultural ya ha comenzado a dar sus frutos en la provincia burgalesa. En Villamayor de los Montes, que llevaban años reclamando que se solucionara el problema de las goteras, ya han arrancado las obras en el templo de San Vicente, Santa Sabina y Santa Cristeta para poner fin a este problema, una actuación que llega después de concluir los trabajos de mejora en Villanueva Río Ubierna, Castrojeriz y Briviesca.
En la iglesia de Villamayor de los Montes el problema estaba aumentando con el paso del tiempo, teniendo que escuchar la misa con el sonido del agua cayendo sobre los cubos e incluso obligando a cerrar el templo en alguna ocasión debido a inundaciones. El vecindario mostró su indignación en diversas ocasiones -a través de este periódico y con escritos a las diferentes entidades responsables- para que se tomaran cartas en el asunto. En septiembre del pasado año la Diócesis ya avanzó que este templo se alzaba como una «prioridad», mientras la Junta comentaba que realizaría una «aportación económica» para llevarlo a cabo. Ahora ya se ha convertido en una realidad y la solución está en camino.
Llevan ya unas semanas trabajando en este inmueble de Arlanza y «ahora queda la otra mitad», confirma Juan Álvarez Quevedo, delegado de Patrimonio de la Diócesis. El coste se sitúa en 63.923 euros (de los que la Diputación aporta 2.420; la parroquia, 26.503; y la Junta, 35.000). Es necesario renovar la cubierta para evitar las humedades.
En total se acordó actuar sobre siete iglesias BIC -con ocho proyectos- y ya se han completado tres de ellos. En Villanueva Río Ubierna el coste para el templo de San Juan Bautista ha ascendido 45.280 euros (17.000 pone la parroquia; la Diputación, 3.600; y la Junta, 24.000). Los trabajos se han centrado en una intervención en las bóvedas, que se estaban deteriorando y presentaban cierto peligro. «Es una obra de la que estábamos pendientes desde hace muchísimo tiempo», confiesa Quevedo. En el caso de la iglesia de San Juan, de Castrojeriz, la actuación consistía en consolidar una bóveda y un contrafuerte del presbiterio que comprometía su estabilidad. El coste ha ascendido a 50.981 euros (la parroquia pone 19. 081; la Diputación, 3.900; y la Junta, 28.000).
En la iglesia de Santa María, de Briviesca, se ha trabajado sobre la Capilla del Sagrario, en pinturas murales que se han ido deteriorando poco a poco como consecuencia de las humedades que llegaban desde el exterior. «Sobre todo ha sido en cuatro pechinas, que anteriormente estaban cubiertas con tejado y se eliminó, dejando la piedra, y ahora hemos puesto plomo», manifiesta Quevedo. La obra, ya ejecutada, ha supuesto 26.394 euros (la Diputación, 2.900; la parroquia, 10.490; y la Junta, 13.000).
lo que queda pendiente. Del acuerdo que se alcanzó entre las cuatro partes quedan aún quedan pendientes las mejoras en Oña, Poza de la Sal y Vizcaínos. En el caso de Oña se plantean dos intervenciones, una para la nave del Evangelio (114.351 euros, de los que la Diputación aporta 7.400; la parroquia, 56.951 y la Junta, 50.000) y en la parte alta o nave central (84.660 euros; de los que la Diputación empleará 77.687 y la parroquia, 6.971). Mientras, en la de San Martín, de Vizcaínos, se emplearán 33.633 (21.632 de la Diputación; 6.000 de la parroquia y 6.000 del Ayuntamiento). En la iglesia de San Cosme, de Poza, se invertirán 105.939 (40.000 de la Diputación, 60.000 del Ayuntamiento y 5.939 de la parroquia) y lo más probable es que esta sea la última que se lleve a cabo.
Quevedo avanza que queda firmar el convenio con la institución provincial, aunque se espera hacerlo en breve. La Junta ha dado un plazo para terminar todos estos proyectos hasta marzo de 2025.